sábado, 30 de septiembre de 2017

La cosa va de votar

Me ocurre que, por lo general, no suelo seguir mucho la actualidad. Digamos que estoy un poco cansado. Pero me ha resultado imposible abstraerme del debate nacional sobre la independencia de Cataluña, que en realidad es un debate sobre votar o no votar, es decir, sobre democracia.

Reconozco que no me encuentro a gusto con todo lo que tiene que ver con el nacionalismo. No comparto aquello de intentar dividir a la población en función de dónde hayan nacido. Soy de los que piensa que un trabajador catalán tiene más en común con uno castellano que con el presidente del Futbol Club Barcelona, por ejemplo. Ya bastante fragementada está la sociedad por el status que da el dinero como para que encima metamos una división basada. Pero esto no quiere decir que esté a favor de ese españolismo rancio, sencillamente quiere decir que ideológicamente estoy en contra del nacionalismo de cualquier tipo, también del que practican los gobiernos de España.

Ahora bien, desde un punto de vista pasional, rechazo la imagen de cientos de “demócratas” con banderas de España, incluso preconstitucionales. Mientras me da bastante igual la de miles de catalanes en las calles pidiendo que se pueda votar (que no independencia). Y sin embargo, me parece que hay causas mucho más nobles en las que “perder el tiempo” (lo siento, mi yo reivindicativo está en modo off).

Aún así, hay que ser prácticos. Se debe comprender que, desgraciadamente, hay reivindicaciones territoriales con las que hay que lidiar, y respetarlas. No cabe duda de que la única salida es votar, sí, una salida populista, una salida que apela a la gente y que permitirá liberar toda la tensión que hay en la calle. Y a partir de ahí, abrir la caja de los truenos y reformar el estado, pues está claro que lo ocurrido en Cataluña es la constatación de que el “régimen del 78” ha colapsado. Esto además abre una oportunidad a la izquierda que debe aprovechar, si se juegan bien las cartas se puede volver a abrir ese ciclo de cambio que se cerró tras las últimas elecciones generales y dónde el asalto al cielo quedó en un susto. De hecho, la izquierda, de la mano de Iglesias, Domenech y Colau, son quienes están proponiendo algo diferente al choque de trenes.


Pero recordemos, la cosa va de votar, no de independencia, eso vendrá cuando haya que defender posturas. Y desde ese punto de vista, y en ese punto programático, la izquierda debe estar con los nacionalistas.

1 comentario:

  1. La cuestion es que en un sistema democrático, votar no es delito
    Y follar tampoco, a no ser que no haya consentimiento, que entonces es violacion.
    Lo vas pillando que esto no va de votar?
    Carlos Martínez Campos

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