jueves, 31 de diciembre de 2020

2020: La pandemia como excusa

 

2020 será un año que no olvidaremos, no sé si en el futuro lo miraremos con cierta nostalgia, pero si algo ha proporcionado (y aún en ello estamos) la pandemia del COVID 19, es tiempo: para estudiar, para analizar, para reflexionar, para observar aunque fuera a través de la pantalla del ordenador…

Las redes sociales y los grupos de whatsapp han ardido con bulos, artículos y comentarios de todo tipo, pero que en conjunto te permitían hacerte una composición de la realidad de nuestro país, dónde, se está librando una batalla entre quienes han votado a la mayoría parlamentaria que sostiene al actual gobierno, y que, en mi opinión, representan los intereses de la mayoría social, y quienes apoyan los discursos y posturas, a veces contradictorias, del PP y VOX.

El grado de agresividad asusta, pero no es casualidad que ocurra con el actual gobierno que pone sobre la mesa muchas de las reformas sociales y laborales exigidas desde los movimientos sociales. La derecha española nunca ha llevado bien no tener el poder político pero si además desde la izquierda se cuestionan los privilegios de unos pocos son como perros enrabietados. Al final todo se reduce a un choque de intereses entre oligarquía y mayoría social, ósea a una lucha de clases.  Nos equivocamos, por tanto, si circunscribimos la situación de tensión política actual exclusivamente a la pandemia.

Lo que ha generado la coyuntura sanitaria  es sometimiento del estado a un gran estrés dejando sus vergüenzas al aire, lo que ha provocado una necesaria y rápida actuación por parte del ejecutivo actual en favor de las clases sociales más desfavorecidas. Es decir, una aceleración del programa de gobierno a favor de esa mayoría social. Esto es algo totalmente diferente a la reacción que hubo con la crisis económica de 2008, aún así, todo hay que decirlo, esta vez hemos contado con la colaboración de la Unión Europea, quizás porque la pandemia ha afectado a todos.

El adelgazamiento del sector público durante años de Tercera vía por parte del PSOE o de recortes en la gestión de la crisis de 2008 son los que han provocado esas vergüenzas del estado, es decir, esa dificultad de la administración pública por cubrir las necesidades de los más desfavorecidos y por lo tanto, esa falta de reacción y fuerza a la hora de abordar las consecuencias de la pandemia. Por ello me parecen tremendamente hirientes los ataques de la derecha de este país, propios de quienes no tienen discurso ni alternativa pero tienen que tensar la cuerda de alguna forma.

De todo ello la covid 19 ha dejado muchos ejemplos: la falta de capacidad sanitaria para atender a un número importante de pacientes, la falta de inversión para solucionar problemas derivados de un planeamiento urbano que a mediados del siglo XX permitió hacinamiento en los barrios obreros, la falta de inversión en educación para impedir grandes ratios de alumnos, la falta de inversión en dependencia… En definitiva la falta de apuesta financiera en toda una serie de políticas encaminadas a garantizar los derechos de todas las personas independientemente de su poder adquisitivo, es decir, des su clase social.