Durante años me pregunté que era
la izquierda, leí libros, me enchufé en vena teorías, el marxismo me llegó a
salir por las orejas, incluso adoré a Marx hasta casi convertir su palabra en dogma…
faltaba algo, incluso en los análisis y debates que teníamos los compañeros de
universidad (debates frikis, sí). Con el tiempo supe que tenía un poco que ver
con mi idea de la izquierda. Para mí, la izquierda no era más que la lucha de
clases, siendo todo lo demás la guarnición del plato principal. Pero no, esa
visión que en algunos casos me inculcaron desde pequeño, carecía de otras
perspectivas, o de una actualización propia del siglo XXI.
Con el tiempo, las reflexiones,
el estudio… empecé a pensar que la izquierda era mucho más, hasta que llegué a
una conclusión clara y simple: para mí
la izquierda es la lucha por la igualdad, y por lo tanto, en el análisis que se
hace de la realidad hay que tener en cuenta todos los elementos que generan la
diferencia entre seres humanos e integrarlos, porque todo está relacionado. De
esta forma es importante el concepto de lucha de clases desde luego, pero
también movimientos como el pacifismo, el ecologismo, movimiento LGTBI… o, el
feminismo, formando todos parte de los movimientos progresistas de forma
natural, pues todos empujan hacia la eliminación de las barreras que sustentan
el sistema actual.
Pero esto choca con la realidad
de la izquierda, dónde muchos de estos movimientos no son del todo aceptados,
quizás porque muestran y retratan que algunos no son tan abiertos como pensaban,
porque como dije antes, algunos no ven más allá de la lucha de clases. Cuántas
veces hemos visto en las películas las huelgas obreras en fábricas y las
mujeres en casa preocupadas por su marido y sus hijos. ¿Y esa frase,
condescendiente dónde se señala que detrás de todo gran hombre siempre hay una
gran mujer? ¿Por qué tiene que estar detrás?¿y si la pusiéramos al revés, no
chirriaría? Pues esta frase siempre la he asociado un poco a personalidades de
la izquierda, a quienes respeto mucho, por otra parte.
Todo esto tiene que cambiar, y
afortunadamente en el siglo XXI, por lo menos en España, con sus avances y
retrasos, se consiguieron cosas importantes, y desde luego no fue porque los
hombres, no porque mujeres que adoptaron papeles masculinos, empujaran, sino
porque con mucho esfuerzo se ha ido originando un movimiento que ha empujado a
gobernantes a actuar.
En este sentido, el día 8M habrá
una huelga feminista. Algo que está generando un rechazo importante en
sectores conservadores, como no podía ser de otra forma. Este tipo de actos son
los que hacen a la gente mostrar su verdadera cara. Pero que también ha
encontrado cierta resistencia dentro de la izquierda, o por lo menos cierta
incomprensión, que se traduce en falta de apoyo y silencio.
Creo que el movimiento feminista
hace bien en convocar esta Huelga, y eso que soy de los que no creen mucho en
las Huelgas Generales al entender que son instrumentos que necesitan revisión, pero
han focalizado el problema y han generado malestar en quienes quieren que todo
siga igual, inclusive dentro de la izquierda. Pero yo les diría a quienes no
ven bien el protagonismo que están tomando movimientos como el feminismo, que
se actualicen, que la pana estaba de moda en los 80 y ahora estamos en el siglo
XXI.