Desde hace unos meses en la
diputación de Valladolid está teniendo lugar una comisión de investigación
sobre Meseta Sky, ya he hablado alguna vez de este proyecto: se trató de un
intento de dinamización comarcal, creando en un Cerro del municipio de
Villavieja del Cerro, en pleno secarral Castellano una pista de sky.
Independientemente de la locura que podría suponer esa idea a priori, lo grave
no fue eso, sino que nuestros gobernantes no se dieron cuenta de la
prohibición, debido a la ley de montes, de construir ahí y de que el
presupuesto se elevó exponencialmente. El resultado es que, ahora, no hay
Meseta Sky y que el dinero público, una vez más, ha pasado de las entidades
públicas a manos privadas. De sobra es conocida la gran capacidad de gestión
del Partido Popular…
No tengo muchas esperanzas en la
comisión de investigación. De hecho soy de los que piensan que las comisiones
de investigación sirven para muy poco. No tienen, lógicamente, competencias
judiciales, por lo tanto lo que se debe abordar en ellas serán responsabilidades
políticas, pero a la vista está que eso
no tiene mayor alcance, porque, por lo general, y salvando honrosas
excepciones, los partidos no castigan las malas prácticas y los ciudadanos no
solemos pasar factura electoral. A esto hay que añadir que estamos hablando de
algo que está ocurriendo en una Diputación provincial y lo que ocurre ahí nos
interesa a muy pocos. Lo único para lo que encuentro utilidad a estas
comisiones es para abrir un pequeño debate, pero que no creo que pueda tener
largo alcance.
No obstante, y dado que en el
Norte de Castilla suele venir a dos páginas, suelo echar un vistazo a lo
ocurrido. Y, desde mi punto de vista, en esta comisión vuelven a salir a la luz
muchas de las miserias de la política institucional, que a pesar de que puede
haber cambiado algo, después de tanta indignación y la aparición de dos nuevos
partidos hablando de regeneración (ese es otro debate sobre el que soy
pesimista), lo cierto es que siguen ahí.
Por un lado tenemos el papel de
instituciones como las diputaciones, más preocupadas en el mercadeo de puestos
políticos, que generan empresas como SODEVA, para que con la palabra desarrollo
por bandera se construyan infraestructuras poco necesarias y que así el dinero
público pase a manos privadas. Todo esto, por supuesto, bajo un manto de falta
de democracia, de transparencia y con desinterés ciudadano (el sueño de
cualquier gobernante que quiera hacer lo que le plazca).
Por otra parte está la actitud
individual de algunos políticos, como la ex alcaldesa de Tordesillas, cuya
premisa parece ser que hay que figurar dadas unas palabras en las que señaló
que ella cobraba de SODEVA pero que no sabía muy bien para que servía su
puesto. Recuero, en este aspecto que una persona me digo: “es estrategia
infanta”, yo pensé “no, no lo es, porque estoy seguro de que, al contrario que
la infanta, ella, es cierto, que no sabía cuál era su función”, lo cual no la
justifica, y no sé si pensar que es peor. Esta actitud está muy extendida en
política, ya que, los puestos, son una especie de medallas de partido, que
indican que estás más o menos considerado internamente, aunque estés cobrando
de la hacienda pública y no estés haciendo nada por los ciudadanos (hay que
valer, hay que tener estómago).
Y para finalizar, estamos
asistiendo a un teatrillo. Si cuando apareció Meseta Sky todos los partidos se
hacían fotos juntos y parecía que estaban todos a una, ahora todos señalan al PP, y el PP no puede
señalar a otros porque lleva gobernando la diputación por los siglos de los
siglos, pero si pudiera estoy seguro de que echaba las culpas al primero que
pasara por allí.
Es decir, si bien no creo que la
comisión sirva para mucho, lo que tengo claro es que estamos asistiendo a otro
desfile de vicios de la vieja política. Quiero pensar que esto cambiará y que
es cuestión de tiempo… pero no lo tengo tan claro.