viernes, 6 de octubre de 2017

Rajoy, por favor, vete

El mejor servicio que podía hacer Rajoy a nuestro país es irse. No estoy pidiendo que el PP deje de gobernar, seguro que hay gente en su grupo parlamentario más consciente del momento en el que nos encontramos y que puede marcar otro rumbo, pero Rajoy ya ha demostrado que no.

No voy a negar que no soy muy fan del Partido Popular ni de todo lo que representa, tampoco lo soy del PSOE (y en general de la mayor parte de partidos políticos presentes desde el 78), en parte porque creo que su gestión de la crisis económica ha sido nefasta para la mayor parte de la ciudadanía, aunque no les achaco torpeza en esa gestión como hacen otros, sencillamente creo que tienen claras cuales son sus lealtades, el problema, quizás, le tienen quienes sufriendo las consecuencias de sus políticas siguen apostando por ellos. Aún así, y manifestándome cuando entendía que tenía que hacerlo contra sus políticas, no me gustaba la idea de apartar a Mariano a cualquier costa, es decir, con propuestas de gobiernos débiles y de poco recorrido (PSOE-Cs-Podemos o POSE-Podemos-independentistas) y que no se creen ni los propios protagonistas.

No me rasgado las vestiduras por el proceso soberanista de Cataluña, también es cierto que jamás pensé que algo así pudiera pasar con Convergencia en el Govern, pero está claro que la fuerza de la calle ha podido más que ellos. No me molesta que la gente vote (es más, lo prefiero), ojalá pudiera haberse normalizado el proceso y no caer en este cúmulo de despropósitos, aunque si que me gustaría que el resultado fuera en la dirección de poder seguir caminando todos juntos, aunque haya que cambiar el marco de convivencia. Pero reconozco que tampoco era algo que me quitara el sueño. Hasta ahora he vivido el proceso entre bromas e ilusión, incluso desinterés, frente a la indignación de otros.

Aún así, durante los últimos días me ha envuelto un sentimiento de preocupación cuando he pensado en este tema, de momento no muy grande pero está ahí. Quizás viene dada por esa posición irresponsable por parte de determinados partidos políticos, Ciudadanos entre ellos, pero sobre todo del Partido Popular. Un partido que ya utilizó esta estrategia, que no es más que una estrategia electoral basada en agitar los sentimientos más patrióticos e irracionales de la población para reunirles en torno a su redil, durante las negociaciones para poner fin al conflicto con ETA, poniendo el peligro el fin de un problema que ha traído mucho sufrimiento.

Ahora en el gobierno, el PP está agitando contra el soberanismo, ya no solo contra el independentimo, ese sentimiento patriótico, poco práctico y peligroso vinculado a ese ideal conservador de una España centralizada dónde solo habría una identidad que es esa que muchos tenemos interiorizada, en mayor o menor medida, y que es fruto de una fuerte imposición ideológica de un pensamiento único durante la dictadura y que ha sido transmitida a través de generaciones aunque se haya adaptado a los tiempos modernos. Ejemplo claro de esa interiorización es que nos asusta (y choca) más una urna que ver banderas con el águila y cánticos propios de otras épocas en manifestaciones a favor de la democracia, ver para creer. Digo que este sentimiento es poco práctico porque intenta laminar o obviar otras identidades que conviven dentro del mismo territorio, es decir, no se da cuenta de que vivimos en un estado plurinacional, y solo gestionando esta circunstancia se podrá buscar un marco de convivencia común.

Es precisamente la consecuencia de esta agitación del “españolismo” por parte del gobierno lo que me tiene preocupado, creo que está alimentando a una bestia dormida, que hasta ahora el partido popular tenía controlada pero que se le puede ir de las manos, la vinculada a esa derecha más radicalizada, algo violenta, xenofoba, racista... y que da síntomas de estar despertando, y de no preocupar en exceso al conjunto de la población.


Es por ello, no por las ansias de voto de los catalanes, sino por el estar alimentando los sentimientos más irracionales de una parte de la derecha que pido al Señor Rajoy que se vaya, que no le está haciendo ningún favor a España, que aparte de la desmembración social, está alimentando una desmembración territorial y un despertar del pasado. Vayasé, no haga más daño.  

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