lunes, 29 de agosto de 2016

Se les ve el plumero

La verdad es que ya no sigo mucho la actividad de nuestros políticos, me he unido al hastío general de la población (vamos, que me han hartado, y empiezo a sospechar que esto es una maniobra del PP para que todo vuelva a ser igual que antes de las elecciones de Diciembre). Aun así, he decidido escribir este post porque entre canción y canción en el coche se me ha colado la voz de Carles Francino, periodista al que tengo bastante respeto (línea editorial de la SER aparte). Sus palabras van en la línea de una idea que, desde todos los medios de comunicación, están lanzando a la población, que poco a poco (y unido al descontento por la falta de acuerdo) están contribuyendo al aumento de la abstención.

La idea del que fuera sustito del gran Iñaki Gabilondo al frente de Hoy por hoy, y que por trabajo propio se ha ganado cierto reconocimiento (al pan pan y al vino vino), es promover una gran abstención (que ronde el 90%) si las elecciones fueran el 25 de Diciembre. No voy a negar, que parece que se están riendo de la gente de a pie, podían haber realizado la investidura una semana antes (que la pantomima de pacto entre PP y Cs solo es comparable a la de PSOE y Cs) y así nos evitábamos esta gilipollez.

Pero, con todo lo frustrante que sea que el día de Navidad te pueda tocar en la mesa electoral, lo cierto es que no voy a hipotecar 4 años de mi futuro porque los mismos de siempre se estén descojonando de mí en el congreso, de hecho así aprovecho y les hecho. Además, existe una cosa que se llama voto por correo para los que ese día no van a estar en su casa, y curiosamente, por mucho movimiento de coches que haya, prácticamente todo el mundo sabe por adelantado donde va a pasar la Navidad.

Lo que quiero decir con todo esto, es que esta campaña me suena mal, como a intencionalidad, y veo que va calando el no ir a votar en la población. Hemos pasado de querer echar al PP del gobierno a querer mantenerlo vía abstención… de la izquierda por supuesto, porque la gente de derechas son capaces de hacer cola después de la misa del gallo. Y creo  que esto está diseñado perfectamente por medio de la publicidad, es genial como en pleno siglo XXI se consigue dominar la voluntad. Es el mismo principio que se aplica al consumismo, se crea una falsa necesidad de algo.

Yo, si las elecciones son el 25 de Diciembre (que seguro que serán antes porque harán algún cambio), voy a ir a votar. Quizás no siga la campaña, no vaya a actos, no ponga ni un mísero cartel … Pero iré a votar, y además voy a votar contra el PP y el PSOE, contra todo lo que ellos significan (por lo tanto también contra Cs), y para mí solo hay un partido que electoralmente pueda tener cierto éxito (aunque vuelva a hacer un proceso cerrado y de cúpulas). Y si las personas que votaron en el pasado al abuelito de Heidi y al Rubalcaba de chapa y pintura prefieren quedarse en casa, que lo hagan, pero pediría a toda esa gente que ha sufrido la crisis y las recetas de la troika que acudan a votar, que nos fijemos en los 8 últimos años de Zapatero-Rajoy, y no en los últimos meses de negociaciones, que aunque PODEMOS no haya dado la talla si nos relajamos se nos pueden hacer 4 años muy largos.


PD: Por supuesto todo esto puede dar un cambio brutal después de las elecciones Vascas y Gallegas.

viernes, 19 de agosto de 2016

Seguimos en lo mismo

Hace unos días tuvo lugar en Tordesillas el día de las Portadas, que para el que no lo conozca es el día en el que se subastaban, cuando la Plaza Mayor se convertía en plaza de toros, las gradas para ver los festejos. Con el paso de tiempo, y tras el cambio de sitio para estos eventos, se convirtió en el día donde se presentaba el programa de fiestas, el Toro de la Vega y se pujaba por el arrastre.

Cierto es, que para los que hemos vivido la tensión y la ilusión de pujar por el arrastre, hay cierta melancolía de que se haya acabado, ya que con la desaparición del torneo del Toro de la Vega y de la lidia de toros, esto no tiene mucho sentido puesto que se basaba en  trasladar a los astados muertos, lo cual te permitía ver todo, incluido el Toro de la Vega, en una situación privilegiada.

Alguno me podrá criticar por esto que estoy escribiendo, supongo que no será de Tordesillas, pero sí, yo he disfrutado de todo lo que tiene que ver con las fiestas de mi pueblo como el que más, y no pienso pedir perdón por ello, además reconozco que cuando era pequeño me gustaban las corridas de toros, de hecho recuerdo ir a verlas con mi familia y pasar una buena tarde. Por ello, y por lo anteriormente mencionado, comprendo a la perfección a los vecinos y vecinas que están dolidos por la prohibición de matar al animal en el torneo, que no de celebrarlo (aunque sea cambiando las reglas).

Por otra parte habrá gente que me pueda señalar de “anti”. Pero en este post no voy a hablar de mi posición sobre la tauromaquia, quienes me conocen la saben (aunque no es un debate que me apasione), aunque sí señalaré que me gustaron las palabras de Albert Rivera en el Parlamento de Cataluña al respecto, cuando dijo que la tauromaquia se acabaría cuando dejara de ser rentable. Y también diré, que debates morales aparte sobre estos eventos, está claro que la campaña mediática (bastante bochornosa) contra el Toro de la Vega ha conseguido que Tordesillas deje de ser vista como “la Villa del Tratado” a “donde se mata un toro a lanzazos”, y eso desde el punto de vista de la proyección exterior, la fijación de empresas y el marketing territorial es un lastre muy grande. Una buena solución habría sido aceptar el festival que, por parte de una plataforma, se ofreció a cambio de quitar el Toro Vega (de toda la gente que ha protestado contra el torneo, estos, por mi parte, merecen un respeto), pero tanto el PSOE como su vasallo en esta aventura, el PP, se mostraron inflexibles, y ahora no tenemos ni festival ni torneo (imaginémonos algo parecido al Sonorama, pues nada). Algunos darán aplausos y palmaditas en la espalda, pero ahí, los concejales de estos partidos no defendieron lo mejor para el municipio ya que deberían haber negociado alguna salida. De hecho, raro es, que no supieran que el Toro Vega se iba a acabar, puesto que seguro que hubo reuniones previas dado que estas cosas no suceden de la noche a la mañana.

Pero volviendo al día de las Portadas, me molestó bastante todos los silbidos que se dedicaron al Toro de la Peña, sustituto del Toro de la Vega, creo que no era el momento (como creo que el martes de la Peña no es el momento para la manifestación antitaurina), aunque entiendo que desde el PSOE y el PP de Tordesillas se ha alimentado esta actitud: con manifestaciones (con menos gente de la esperada, y porque vinieron de fuera) respaldadas por el ayuntamiento y con recursos que no llegarán a ningún lado (dicho por el consejo consultivo y por catedráticos de derecho de la UVA, así como por la concejal de Tordesillas Toma La Palabra). De hecho el propio alcalde, en su discurso totalmente partidista, donde hizo extensibles sus errores a todo el pueblo (como cuando dijo que se había denunciado al pueblo por prevaricación, cuando aquí y en todos los lados prevarica en que está en posición de hacerlo por su cargo) y vinculó al mismo su posición personal en este tema, cuando es obvio que hay gente que piensa diferente, aunque sea una minoría.


Creo, que ya va siendo hora de que pasemos página, las cosas se han hecho mal y no  hemos sabido sacar tajada. Tordesillas tiene muchos problemas, y muchas injusticias, que requieren para su solución del mismo interés popular, dado que el institucional está muy parado. Hay prioridades, no todo gira en lo que pueda suceder un día al año. 

domingo, 7 de agosto de 2016

"La Ley de Herodes" "La Dictadura Perfecta" y "La Cortina de Humo"

No suelo hablar mucho de cine, soy aficionado a muchos tipos de películas (que desde luego no son las de terror, ni las comedias americanas al estilo American Pie, aunque a esta saga si la salvo), de hecho hay algún género que no diré que me gusta ni aunque me tortures. Pero hoy, voy a hacer una excepción sobre 3 films que quiero recomendar.

Hace tiempo, después de escuchar su nombre en la televisión, me invadió la curiosidad y vi la película: “La Ley de Herodes” (o te chingas o te jodes XD), un crítica, en clave de comedia satírica, al entramado de poder elaborado por el PRI en México a través de un personaje que es nombrado alcalde y que, debido a la podredumbre y normalización de la corrupción, poco a poco se va convirtiendo en un verdadero tirano. Una película, sin duda, muy recomendable, incluso para la gente, que, como yo, no tenemos mucha idea de la política Mexicana.

Leyendo sobre esa película llegué a otra llamada “La dictadura perfecta”, y hablando con un amigo sobre ella me recomendó verla. Cosa que he hecho este fin de semana. Si bien, en el anterior film, había una idea en la que cada vez creo más como es la de que al final el sistema corrompe a cualquiera, en este es interesante ver el poder mediático de los medios de comunicación, que, en esta trama consiguen llevar a lo más alto a un político cuyos escándalos habían desahuciado.

Esta última película me recordó mucho a un largometraje norteamericano que me obligaron a ver con 15 años en el instituto, se llamaba “La cortina de humo”, protagonizada por Dustin Huffman y Robert de Niro  (¡Ahí es nada!), donde inventaban una guerra para desviar la atención de un escándalo sexual del presidente de los Estados Unidos (A veces la realidad da tramas de películas por sí solas ¿verdad?).

Hay un montón de películas interesantes sobre estos dos temas que he mencionado aquí, dos ideas que hay que tener muy en cuenta, y que a mí me han hecho reflexionar mucho, incluso entrando en contradicciones. De hecho, no puedo evitar pensar que si se participa dentro de las instituciones al final todo el entramado acaba fagocitándote, pero claro, soy de los que cree que para cambiar las cosas hay que estar dentro. Pero bueno, quizás llegue alguien que me haga cambiar de opinión, de hecho hasta hace poco pensaba que los medios de comunicación no eran una opción para los movimientos más progresistas, hasta que apareció PODEMOS y supo cómo utilizarlos y captar la atención.