miércoles, 28 de septiembre de 2016

Reflexiones sobre las elecciones gallegas

Después del resultado de las elecciones en Galicia hemos vuelto a asistir a la ya clásica indignación de la mayor parte del electorado contrario al PP (abstencionistas incluidos) por la mayoría absoluta de un partido que en Galicia está marcado por la famosa foto de Feijoo con un narcotraficante. Está muy bien indignarse por estas cosas, porque desde una conciencia crítica no cabe otra cosa, pero aparte de eso hay que preguntarse el por qué. Y a mí se me vienen varias cuestiones a la cabeza:

1.       Esa concepción de las siglas como si los partidos políticos fuesen equipos de futbol: Da la sensación de que al afiliarse a un partido entregas tú voluntad, hasta tu criterio. Siendo el PP la formación con más militantes no es de extrañar que esto juegue a su favor. Pero ojo, me molesta mucho que aquellos que desde siglas contrarias critican esta forma de actuar y ellos hacen lo mismo, porque en la izquierda esto también pasa (él y tú más suele tener reciprocidad).

2.       Los Valores: Desde la izquierda se mira a la derecha desde una posición equivocada. La gente de derechas prioriza otros valores, y no por ello son mejores o peores. La corrupción, indignándoles también, no es, a lo mejor, tan importante en esa escala de valores como el hecho de que movimientos que no entienden muy bien y que les asustan puedan llegar a alcanzar el poder institucional.

3.       La pirámide poblacional de Galicia: Galicia, como Castilla y León, tiene una pirámide cada vez más invertida, o lo que es lo mismo, cada vez más envejecida, habiendo mucha emigración de jóvenes. Esto unido a un entorno rural bastante conservador (aunque con un fuerte regionalismo, que no está reñido para nada y que es fruto del aislamiento histórico de la región) hace que sea más difícil el cambio de tendencia electoral.

4.       El PP se identifica con Galicia y Galicia se identifica con el PP: Esto es así, Fraga creó un Partido Popular gallego que entendía y comprendía el regionalismo, y que lo aceptaba, y supo conjugarlo con el nacionalismo español (es para quitarse el sombrero). De hecho el contrabando es algo que siempre ha estado muy asumido en Galicia, quizás fruto de ese aislamiento como región periférica, y el tema del narcotráfico es un paso más (muy grande, pero en el mismo camino), en este punto recuerdo que cuando ví la foto de Feijoo en el yate dije entre risas que a lo mejor esa foto hacía más daño al PP de fuera de Galicia que al gallego. Creo que En Marea está sabiendo surfear en esa ola, pero le falta lo que tiene el PP en Galicia, en Castilla y León o el PSOE en Extremadura y Andalucía: La capilaridad, es decir el llegar a todas partes y el tener gente que mueva los votos.

Estos cuatro puntos son 4 ideas que me vinieron a la cabeza el domingo por la tarde. Me sorprendió los 41 diputados aunque nunca dudé de la mayoría absoluta que iba a sacar el PP. Si los analizamos bien muchos son extrapolables a otros territorios, pero otros son exclusivos y eso nos señala un objetivo para el futuro, como es que para ser proyectos ganadores deben ser movimientos que surjan de los territorios y comprendan las circunstancias de estos, incluso haya que jugar en el terreno del contrario haciéndole entrar en contradicción. 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Las lecciones de Aimar

Esta podría ser la típica historia de David contra Goliat, esa historia del pequeño ganando al grande, al poderoso. Es decir, una de esas fábulas con las que hace unos años soñaba junto a mis compañeros de universidad mientras teorizábamos, cerveza en mano, con que el mundo se podía cambiar.

Aimar es un chico de Tordesillas con parálisis cerebral al que la Junta de Castilla y León no ha hecho más que poner palos en las ruedas, la última cuando se negaron a dotar de un servicio de enfermería al aula sustitutiva del Colegio Público Pedro I. Ante estas injusticias su familia decidió no resignarse, no hacer caso de esas voces que dicen que no te signifiques que es mejor vivir arrodillado que levantarse, y como consecuencia luchar contra lo que hace unos meses nos parecían molinos de viento. Hoy han obtenido un gran triunfo al conseguir ese servicio para ellos y para todo el municipio de Tordesillas.

Esto ha sido un largo camino en el que han encontrado aliados y detractores (lo tiene todo para ser un  relato épico ¿verdad?). Pero en torno a este tema lo importante son las lecciones que deja todo esto.

En primer  lugar, y para los más románticos, el significado de la lucha. Es decir, que para conquistar los derechos que se niegan desde las estructuras del estado la única forma de hacerlo es presionar desde la calle, que es lo que ha hecho la familia de Aimar, primero solos y después en compañía de otras personas, que, y por hacer algo de autocrítica como tordesillano, no han sido tantos como los que protestaban por lo que para muchos se ha entendido como otra injusticia hacia nuestro pueblo por parte de la Junta. Cada uno sabrá donde están sus valores.

En segundo lugar remarco “nuestro pueblo”, porque al final lo que la Junta estaba negando no era la asistencia a un chico en particular, sino un servicio que a Tordesillas le correspondía tener (que por cierto, mucho recurso al constitucional por otras cosas, pero por este caso el Ayuntamiento tan solo una moción, cuestión de prioridades supongo).

En tercer y último lugar me gustaría saber que entiende la Junta por fijar población. Porque en el caso de Aimar estaban diciéndole claramente ¡Vete a la ciudad!. En casos así al final lo normal es que la familia opte por mudarse para estar lo más cerca posible de sus hijos. Para fijar población es importante, entre otros factores, acercar los servicios y la gestión al ciudadano, para ello es lógico que se potencien cabezas comarcales como Tordesillas, descentralizando los servicios de las ciudades e instalándolos en estas con el objetivo de que den cobertura a toda la comarca permitiendo así que, en el caso de personas más vulnerables, estas puedan seguir residiendo en sus pueblos. El problema de la Junta es que funciona a base de slogans, y lo jodido es que nos los creemos.

En fín, para alguien como yo que hace unos meses perdió el interés y las ganas por la política no solo institucional esto es un soplo de aire fresco que de momento me voy a tomar como algo aislado, aunque ojalá se una a otras experiencias que me permitan volver a creer como lo hacía hace unos años cerveza en mano.


domingo, 18 de septiembre de 2016

Nuevo Modelo de Estado en juego

La verdad es que últimamente no sigo mucho la política, me han hartado (dicho lo cual que nadie dude que como tenga que volver a votar, votaré). Ahora  bien,  sí que he visto fugazmente alguna de las encuestas que se publican sobre las próximas elecciones en País Vasco y Galicia.

Si comparamos los previsibles resultados con los que ya conocemos de citas electorales anteriores a lo largo de todo nuestro estado, vemos claramente que el PSOE tiene un claro problema para volver a convertirse en ese partido que en el pasado representaba mejor que nadie a la sociedad Española, y además lo va a tener difícil con el peso que tiene el PSOE de Andalucía pues representa unos valores poco asumibles en otras comunidades, y concretamente en aquellas que siempre han tenido un reclamo de identidad propia.

Pero lo que más me llama la atención de todo esto es como en estas comunidades, fundamentalmente en País Vasco y Cataluña, se pone en contradicción esa idea de país centralizado y valores “españolistas” con los que el PP siempre se ha sentido cómodo y que ahora da la sensación que el PSOE abraza. Y es que el PSOE siempre supo moverse muy bien en estos territorios, hasta que llegó la amenaza del soberanismo y de poner en cuestión el orden constitucional, ante lo cual no tiene un discurso muy diferente al PP (al fín y al cabo son los dos principales partidos del régimen).

Ahora bien, esto coincide con el surgimiento con fuerza en estas comunidades de PODEMOS y de las confluencias (que dependiendo la convocatoria electoral reciben más o menos respaldo). Y es que, estas formaciones tienen otra idea diferente, es decir, es el único partido de ámbito estatal que propone algo diferente, que no es el separatismo, pero tampoco es seguir como estamos ahora, o una regresión en la transferencia de competencias (que habría que mirar si es justo que las comunidades tengan transferidas determinadas cosas).


Lo que está claro es que este panorama electoral, muestra, no solo que hay varias ideas de España dependiendo de los territorios, sino que será imposible gobernar sin tener en cuenta  lo que ocurre en Cataluña o País Vasco, que es lo que está pasando ahora. Y, que aunque la pasión y las ideas nos cieguen, no podemos exigir, por ambas partes el cien por cien de nuestras pretensiones. Deberemos cambiar la organización territorial del Estado pero intentando llegar a acuerdos.