Quizás sea consecuencia del envejecimiento de la población o de la madurez de la democrática, pero lo cierto es que en la actualidad la sociedad a adoptado un modo de actuar poco respetable, desde mi punto de vista. Estamos en un país en el que siempre se toma el camino más fácil para definir lo correcto, muchas veces ni se escucha en los jóvenes y encima se permite la tolerancia de recriminarlos, e incluso de prohibirles realizar lo que han realizado más de uno en sus "años mozos".
Como joven que soy vivo con incredulidad el afán prohibitivo de gran parte de la población. He de decir, que me molestó bastante la prohibición a los estudiantes, por parte del rector de la Universidad de Valladolid, de realizar la famosa "champanada", fiesta con la que los universitarios despedíamos el año el último día antes de las vacaciones de navidad. Se argumentó, desde los contrarios a este evento, que iban menores a las fiestas y que dejábamos todo hecho "una mierda", a lo cual no les falta razón pero lo cierto es que se propusieron alternativas y no se nos quiso escuchar (recuerdo que pensé donde queda el lema de la campaña del actual rector "tomemos la iniciativa" donde nos pedía a los alumnos implicación). Pero sin duda lo que más me molestó es cuando se argumentó, y se argumenta, que "que imagen queremos dar, de borrachos," ,yo me pregunto ¿y todos las personas que pasaron por la universidad y acudieron a estas fiestas? ¿que imagen daban? ¿o es que hay que buscar problemas con los que tapar otros?. No dudo que haya algo de la tercera pregunta en todo, pero sin duda, y tal como pude comprobar en el primer foro de asociacionismo juvenil en Valladolid al que fui como miembro de GEOLID (Asociación de Jóvenes Geógrafos de Valladolid), los medios de comunicación son un gigante importante en la "venta de imagen", en dicho foro pude comprobar como compañeros de otras asociaciones juveniles realizaban una gran labor social, docente o política, pero que no se publicaban en la prensa, a pesar de mandar notas de prensa, porque no vendían tanto como puede vender una fotografía del más borracho en un botellón (en vez de fotografiar a todos los que están tranquilamente tomando algo y hablando), tal y como reconocía un periodista invitado.
Pues bien, esta imagen de borrachos e inconscientes es la que se ha vendido, es el San Benito con el que tenemos que cargar los jóvenes, de nada sirve que nos manifestemos y quejemos con el intento de elitizar, encarecer y precarizar la enseñanza universitaria (famoso plan bolonia), de nada sirve que acudamos a defender los derechos laborales de la población (aunque luego los sindicatos nos dieran la espalda cuando los estudiantes les pedimos ayudas en la lucha contra el plan bolonia), de nada sierve que nos interesemos por el desarrollo de la vida cotidiana... la sociedad ya nos ha juzgado, pero no se quiere dar cuenta de que no somos culpables de nada, que somos los más críticos con los que mandan (y no nos falta razón) y que ni mucho menos somos unos borrachos.
