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lunes, 12 de febrero de 2018

No son las instituciones, es la sociedad


No creo que España sea una dictadura como se dicen desde ciertos circulos, pero tampoco creo que sea la panacea y la perfección democrática que se clama desde otros sectores, conservadores fundamentalmente.

Aun así, parece evidente, que se está produciendo un giro autoritario en ciertas leyes, probablemente porque es mucho más fácil para el poder intentar utilizar la “represión” para evitar la movilización social y las protestas que profundizar en los problemas, y solucionarlos, o directamente que estamos asistiendo a un atrincheramiento de las viejas formas (o sencillamente de una forma) de hacer política, que ha encontrado, sorprendentemente, una gran aceptación social cuando no hace tanto estaba en cuestión. Pero eso no quiere decir que España no tenga unas ciertas garantías democráticas, aunque podamos pensar que estén en retroceso, y que las cosas puedan modificarse desde dentro (por otra parte, creo, que lo ocurrido en Cataluña hace que esto sea bastante evidente, aunque haya que tener “cuajo” para querer entrar en ese juego, vista la miseria que hay).

Hace unos días veíamos como un joven había sido multado por superponer su cara a la de un Cristo. Yo no soy religioso, tampoco se si el laicismo es lo mejor para un estado, la verdad es que es un debate que no me entusiasma, pero si que creo que hace falta una separación Iglesia católica- Estado que en nuestro país no se da, y aunque tras un análisis histórico me permito cuestionar y criticar a la iglesia católica por el papel que ha tenido, tampoco me parecen bien las ofensas a unas creencias (me da igual cuales). Eso sí, no considero que una acción humorística, por muy de mal gusto que sea (que no es el caso), deba ser motivo de multa o castigo (y me vale para muchos tipos de humor).

Pero lo que más me preocupa no es el hecho de la multa, aunque me parezca deplorable, sino el nivel de aceptación social que tiene, como el que tiene el hecho de querer instaurar la prisión permanente revisable o el mantenimiento de la doctrina Parot cuando ya no se dan las causas (si es que se puede justificar alguna vez) para su mantenimiento. Recuerdo que hace unos días, reflexionaba con una amiga de la pérdida de valores, de la falta de memoria como sociedad y de la falta de respeto, dicho sea de paso, que significaba que un Remix del Cara al Sol estuviera entre los más escuchados de Spotify. Y eso es lo más preocupante, porque lo que se está denotando con todas esas cosas es que hay una aceptación de los valores “reaccionarios” vinculados al conservadurismo y que, lo que evitan, es el progreso de una sociedad moderna. Porque las sociedades avanzan y conquistan derechos cuando el “caldo social” es favorable a ello, no son las leyes las que otorgan derechos, es la ciudadanía las que los conquistas y luego los legisladores los incluyen en el marco legal. Pero si la sociedad posee unas ideas reaccionarias, al final no se producirá ese avance, sino que será todo lo contrario, como, personalmente pienso, está ocurriendo. Habrá que ver, el por qué, se está generando esta aceptación, cuando no hace tanto, la dinámica era diferente.

sábado, 30 de septiembre de 2017

La cosa va de votar

Me ocurre que, por lo general, no suelo seguir mucho la actualidad. Digamos que estoy un poco cansado. Pero me ha resultado imposible abstraerme del debate nacional sobre la independencia de Cataluña, que en realidad es un debate sobre votar o no votar, es decir, sobre democracia.

Reconozco que no me encuentro a gusto con todo lo que tiene que ver con el nacionalismo. No comparto aquello de intentar dividir a la población en función de dónde hayan nacido. Soy de los que piensa que un trabajador catalán tiene más en común con uno castellano que con el presidente del Futbol Club Barcelona, por ejemplo. Ya bastante fragementada está la sociedad por el status que da el dinero como para que encima metamos una división basada. Pero esto no quiere decir que esté a favor de ese españolismo rancio, sencillamente quiere decir que ideológicamente estoy en contra del nacionalismo de cualquier tipo, también del que practican los gobiernos de España.

Ahora bien, desde un punto de vista pasional, rechazo la imagen de cientos de “demócratas” con banderas de España, incluso preconstitucionales. Mientras me da bastante igual la de miles de catalanes en las calles pidiendo que se pueda votar (que no independencia). Y sin embargo, me parece que hay causas mucho más nobles en las que “perder el tiempo” (lo siento, mi yo reivindicativo está en modo off).

Aún así, hay que ser prácticos. Se debe comprender que, desgraciadamente, hay reivindicaciones territoriales con las que hay que lidiar, y respetarlas. No cabe duda de que la única salida es votar, sí, una salida populista, una salida que apela a la gente y que permitirá liberar toda la tensión que hay en la calle. Y a partir de ahí, abrir la caja de los truenos y reformar el estado, pues está claro que lo ocurrido en Cataluña es la constatación de que el “régimen del 78” ha colapsado. Esto además abre una oportunidad a la izquierda que debe aprovechar, si se juegan bien las cartas se puede volver a abrir ese ciclo de cambio que se cerró tras las últimas elecciones generales y dónde el asalto al cielo quedó en un susto. De hecho, la izquierda, de la mano de Iglesias, Domenech y Colau, son quienes están proponiendo algo diferente al choque de trenes.


Pero recordemos, la cosa va de votar, no de independencia, eso vendrá cuando haya que defender posturas. Y desde ese punto de vista, y en ese punto programático, la izquierda debe estar con los nacionalistas.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Si te ponen una urna, votas

Desde hace tiempo me parece gobierno central y el gobierno de la generalitat catalana no hablan el mismo idioma. El empecinamiento de PP (y PSOE y Cs) con la constitución es algo que impide entender un acercamiento a la realidad plurinacional de españa y a la demanda de soberanía, que, bien sea por parte de la Generalitat o de la socidad catalana, se está reclamando. Es como si unos hablaran en Chino y otros en Inglés, además a la vez, sin concentrarse para ver si pueden comprender al otro. Así que cada uno mirando para su lado.

Quizás la gran decepción de los últimos días, para mí, es PODEMOS y el “gallinero” que es CSQP. Se trata de la gran novedad en varios meses. Hasta ahora PODEMOS tenía un discurso seductor, era el discurso de tender puentes y de la democracia, porque al final el tema va de eso, de practicar la democracia, es decir de que la gente decida. Un referendum pactado por el estado, es, desde mi punto de vista la salida más viable, pues permite el reconocimiento de cualquier resultado por parte de las partes, y por parte de la comunidad internacional. Pero el 1 de Octubre eso no va a ser así, lo que va a ocurrir es un referendum unilateral, pero un proceso participativo al fin y al cabo.

Yo, que al igual que le pasaba a Machado “por mis venas corre sangra jacobina”, creo que Pablo Iglesias aquí se está equivocando. Tu puedes seguir defendiendo la idea de que el único referendum válido es el que sea pactado con el estado y defender que todo proceso participativo es positivo, más aún cuando encima puede ser un motivo de desobediencia civil. Y con esta decisión y estas disputas internas dentro de PODEMOS y la coalición electoral de la que participa en Cataluña (no soy confluencia aunque se empeñen), está debilitando la posición soberanista, la de la democracia, la de la participación ciudadana. Tarde o temprano ponerse de perfil ya no valdrá, para eso ya está el PSC.


Si te ponen una urna, pues votas, es así de sencillo. Lo malo es que no la pusieran para más cosas, sino solo cuando las élites catalanas o españolas quieren.  

domingo, 24 de febrero de 2013

Nuestro deber


Es triste, pero es así, nadie puede negar que ya no nos extrañamos cuando día tras día oímos que un diputado, alcalde, concejal, consejero o cualquier otra persona vinculada con la llamada, para mí erróneamente, “clase política” está implicado en casos de corrupción o que posee privilegios dentro de la legalidad.

Personalmente me levanto todos los días con el sonido de los informativos radiofónicos, y mientras desayuno, suelo leer las noticias en internet, y si algo está claro, es que hemos pasado a otro plano, bastante más profundo de la crisis, un plano en el que los medios ya no son capaces de parar los casos de malas prácticas que salpican a la política, se constata que la crisis económica se mezcla perfectamente con una crisis democrática. Porque, durante años, estas prácticas han estado ocurriendo y la sociedad y los medios o no nos hemos querido dar cuenta, o si lo hemos hecho lo hemos justifica de forma vergonzosa (echando balones fuera, ratificando al político de turno, diciendo que todos lo hacen…).

¿Cómo es posible que hayamos llegado a esta situación de degradación? La respuesta es fácil, la culpa de todo la tenemos nosotros, la sociedad, que hemos preferido olvidar nuestros deberes morales como ciudadanos. Hablo, sobre todo, del deber que como ciudadanos, de obligar a los políticos a cumplir sus promesas dentro del marco de la ética y la moral, ya no hablo de legalidad, porque dentro de esta se pueden hacer las mayores tropelías posibles, y si no solo hay que mirar donde están los poderes económicos responsables del expolio ciudadano… ninguno ha pisado prisión.

Sí, sé que es mucho más fácil que echemos toda la culpa a los diputados y demás miembros de la casta, que no diré que están exentos de ella (a ver si ahora me van a linchar… en la plaza pública eso sí, que se note el 15M), pero si nosotros hubiéramos censurado la primera mentira (acuérdense del no a la OTAN) a la segundo ya se lo hubieran pensado, si nosotros hubiéramos parado los pies a los partidos en el primer caso de corrupción, aunque fueran 5000 pesetas, al siguiente ya no se habrían corrompido y habrían tirado por la ventana a cualquier persona que vinera dispuesto a entregar el sobre. Claro que eso suponía levantar la vista e inquietarnos abandonando el partido del futbol, la tertulia del corazón o la partida y copas del bar que nos permitía una situación acomodada.

Tenemos que empezar a pensar, que los ciudadanos tenemos más poder del que creemos, pero claro tenemos que inquietarnos un poco, informarnos y cabrearnos.

miércoles, 24 de octubre de 2012

El camino de la izquierda

Un fantasma recorre toda Europa del Sur, sin duda ese es el fantasma de la izquierda, del anticapitalismo. La estafa que ha sumido en la depresión a la ciudadanía española empieza a tener una contestación social en la calle, una contestación muy diferente a las anteriores que pone en tela de juicio no solo a los agentes habituales, dueños de los medios de producción o gobiernos, sino a propios instrumentos que en el pasado fueron de vital importancia para defender los intereses de los menos desfavorecidos, instrumentos que el propio sistema ha corrompido transformándolos en elementos indispensables para la legitimización de la regresión social, así los sindicatos han sido comparsa, junto con el bipartidismo y la patronal, de los intereses de los poderes financieros, sirviendo para mantener distraída a los de abajo a cambio de migajas del festín de los de arriba. Ahora, en este momento tan difícil, la población está organizándose bajo la única bandera de la indignación y la responsabilidad democrática, y todos aquellos, movimientos o asociaciones, que no estén de acuerdo con ello deberán apartarse o reformarse para ser útiles a los desfavorecidos, aplicando para ello mecanismos de democracia participativa y transparencia.

La imagen más inmediata y concreta de este cambio, se observa en las tendencias electorales. Hay una enorme, y peligrosa, desafección por los partidos políticos, que no por la política, que se traduce en una amplia abstención, así como un aumento de los votos nulos y votos en blanco. Está claro que esto se debe a una vinculación de la situación actual, fundamentalmente con los partidos “del turno”, pero indirectamente también con los minoritarios. Pero por otra parte, se observa un incremento de los movimientos de izquierda, lo que podíamos llamar “efecto Syriza”, es decir, el hundimiento progresivo del partido socialdemócrata debido a su inoperancia política como consecuencia de un escoramiento, o sumisión, hacia posiciones neoliberales, y su sustitución cuantitativa por grandes coaliciones de la izquierda alternativa, surgida de coaliciones de movimientos socio-políticos pequeños y que no necesariamente se encuentra en el espectro político de la socialdemocracia. Lo hemos visto en las elecciones gallegas, donde a pesar de la victoria del partido conservador y una alta abstención, la llamada “Syriza gallega”, unión de Esquerda Unida, Anova y Equo fundamentalmente, liderada por el histórico dirigente del independentismo gallego Xose Manuel Beiras, ha conseguido, en apenas un mes captar gran parte del electorado descontento y entrar con fuerza en un parlamento donde tradicionalmente estaba reservado a 3 partidos que monopolizaban todo el espacio político gallego. Esto choca con el resultado electoral que ha obtenido la izquierda federalista en el País Vasco, donde el hecho de acudir separados, les ha condenado a la extinción parlamentaria y prácticamente social.

Todo esto debe servir de reflexión para conformar un camino hacia una alternativa por la izquierda, hay que reducir la disgregación del voto de la izquierda y concentrarlo en grandes coaliciones que permitan una representación parlamentaria más contundente con la que tener fuerza dentro de las instituciones y luchar tanto desde dentro, como desde fuera, por cambiar este sistema que cada vez se tambalea más. Ahora bien, surgen varias dudas a nivel nacional, la primera tiene que ver con la capacidad de liderazgo, ya que tanto en Grecia como en Galicia, los referentes de estos movimientos son personas capaces de captar el descontento y de generar ilusión debido a su capacidad oratoria, a su coherencia y a su análisis de la situación, pero eso es algo que a nivel nacional no se encuentra en ningún movimiento que pueda formar parte de esta gran coalición, ya sea IU, Equo o diferentes opciones de ámbito regionalista. La segunda duda que me viene a la cabeza es la predisposición de Equo a un gran pacto, en su momento el movimiento ecologista se desvinculó de un pacto así por entender que ellos no se movían en una escala derecha-izquierda y que representaban otros intereses, pero el hecho de su participación en Alternativa galega de Esquerdas tira por el suelo esa justificación, aunque no es un secreto que a esta formación huyeron antiguos cargos de IU y que fruto de esto ha habido ciertos roces importantes, y esto tiene que ver con mi última reflexión, que es, la necesidad de que todas las partes cedan, el PCE deberá dar un paso atrás en su continua obsesión por controlar IU o cualquier coalición en la que esté, amén de que se deberán superar redencillas personales que no hacen sino desmembrar la izquierda.

sábado, 13 de octubre de 2012

La gran mentira


Si algún amigo tuyo deseara que el día de mañana la vida de tus hijos fuera peor que la tuya y presionara para conseguirlo ¿Sería conveniente seguir conservando su amistad? Probablemente la mayor parte, siempre puede haber gente a la que le vaya “la marcha”, estemos de acuerdo en que una amistad así cuanto más lejos mejor. Entonces si nuestro país estuviera presionando para que el día de mañana los ciudadanos españoles tengamos menor prestación por desempleo, una mayor precarización laboral, salarios más bajos… ¿es un socio al que España deba tener en consideración? La mayor parte de los ciudadanos pensaremos que no, pero parece ser que gobiernos y personas a las que les va bien así están encantados.

Alemania ha cedido a los chantajes de su poder financiero, ha decidido perder su memoria, olvidar lo que la pasó en el pasado y convertirse en el verdugo de la Europa del Sur. Cuando España entró en la Unión Europea, y posteriormente la unión monetaria, fue forzada a destruir su industria, algo, que aparte de destruir puestos de trabajo, privó a nuestro país de un sector que está resistiendo de una mejor forma la crisis actual. Pero aparte de eso, las grandes empresas alemanas hicieron su negocio, al destruir la industria española tuvieron un nuevo nicho donde poder vender sus productos. Nuestro país se convirtió en un país importador y dependiente de Alemania. Pero aquí no acabó el negocio de los grandes “usureros” alemanes, porque los productos alemanes son financiados con capital de los bancos alemanes, que a su vez también financia, en su mayoría, la economía española, para que esta pueda cuadrar su balanza de pagos desequilibrada debido a la mayor importación que exportación.

Lo cierto es que este gran negocio ha sido el verdadero espíritu de nuestra Unión Europea, que con el estallido de la burbuja inmobiliaria dejó a la luz sus vergüenzas, pues la caída del consumo y la inversión hacen que aflore el endeudamiento de las empresas y bancos españoles con el capital financiero alemán. ¿A quién recurrimos cuando no hay dinero? … a mamá, en este caso, a mama estado, así este asume las deudas de las entidades privadas y las convierte en públicas, es decir las pérdidas multimillonarias de unos pocos son transformadas en pérdidas de toda la población española y el poder financiero alemán pone su foco de atención sobre el estado que ha heredado la deuda, que como cualquier institución que busca la rentabilidad económica, antepone la prestación de dinero al compromiso del pago de la deuda por parte del estado aunque haya que destruir todo el estado del bienestar.

A raíz de esto, parece claro que la unión monetaria no ha sido más que el negocio de unos pocos, el poder financiero es el gran ganador de la crisis, a pesar de que ellos, unido a la debilidad de los gobiernos democráticos, han sido los principales causantes. De cara al futuro hay que plantearse si el euro es viable para los intereses de la ciudadanía, o tan solo es viable para los intereses de una parte de la ciudadanía. Desde las instituciones europeas y españolas, no pueden vendernos la actual Europa como una maravilla, cuando a nuestro alrededor vemos como cae nuestro mundo. No se puede negar que las presiones mediáticas para seguir en el euro son inmensas, y es posible que en una hipotética salida de él, pueda haber contratiempos, pero tras mucho reflexionar y viendo cómo funciona Europa en la actualidad… es o el euro o la democracia… o lo que es lo mismo o los bancos o los ciudadanos. 

miércoles, 3 de octubre de 2012

Modulando


Han saltado las alarmas, y con razón, de todos aquellos que piensan que el derecho, y deber, de un ciudadano no termina cuando se deposita el voto en la urna, sino que durante cuatro años hay que estar controlando al gobierno y reivindicando lo que creemos justo, así como denunciando los abusos que se produzcan. Sé que una gran parte de la ciudadanía piensa que las manifestaciones son algo, en cierto modo, despreciable, que no son formas. Se trata de ciudadanos, en gran parte, contaminados por el discurso de la derecha, el discurso de que el gobierno puede hacer lo que quiere porque solo él sabe lo que le conviene a España, y actualmente hay que vender imagen de tranquilidad a los mercados, además se ven con fuerza en el poder, controlan todos los poderes del estado y gozan de legitimidad gracias a los votos que les han aupado al poder en una democracia algo descafeinada.

No soy de los que suele llevarse las manos a la cabeza al oír hablar a los políticos, creo que los ciudadanos ya hemos oído de todo. Aún así, nuestros representantes, siguen teniendo esa capacidad para que nos quedemos con la boca abierta. Las declaraciones de la delegada del gobierno en Madrid, ha dejado en un segundo lugar la pataleta de Mayor Oreja sobre que se den imágenes de las movilizaciones. Parece ser que hay vacío de poder en el sector duro de  Génova tras la marcha de Esperanza Aguirre y la señora Cifuentes, aprovechando que es rubia y mujer, quiere cubrirlo, con declaraciones como a la que dedico esta entrada, las ya famosas sobre modular el derecho de manifestación.

Alguien debería recordarla a la señora Cifuentes, que este es un derecho constitucional, si ya se que la constitución en este país vale para lo que vale, pero ha costado mucho que se asuma que protestar es tan legítimo como los sueldazos políticos, mira señora Cifuentes, podíamos empezar por modular eso, o modular que la gente que tenga “asuntillos” con la justicia no pueda acceder a cargos públicos o modular que los gobiernos sean esclavos de sus programas. Pero, por favor, no intente modular algo que costó tanto conseguir, si hasta ustedes lo han cogido con ganas con eso de la JMJ o de las movilizaciones antiabortistas.

lunes, 1 de octubre de 2012

Populismo


Ver para creer… eso es lo que dije cuando días atrás me enteré de que Maria Dolores de Cospedal, primera presidenta autonómica en traspasar las líneas rojas que ella misma trazó, estaba intentando que los señores diputados no cobraran por ejercer su labor política, es decir, que se dedicaran a su actividad profesional. Y es que, llama la atención que una persona que ha cobrado sumas de dinero que rondan los 200.000 euros, diga ahora para defender esta propuesta “no hay  nada más grato que trabajar por el bien común” ¿Por qué no renunció a su dinero cuando era diputada en la oposición?

No seré yo  quien me vaya a poner a defender el salario de unas personas cuyas acciones en el pasado y en la actualidad nos han condenado a una situación de pesimismo colectivo. Pero, esto no tiene nada que ver con la mayor o menor culpabilidad de sus señorías, sino con la accesibilidad de personas de cualquier clase social a la función de representar de los ciudadanos. Lo que se traduce indirectamente, en la existencia, o no,  de diferentes discursos ideológicos dentro de las instituciones.

Creo, que pese a los intentos por maquillar las acciones del gobierno, no se puede negar que se está aplicando desde el poder ajustes ideológicos, es decir que el gobierno está aplicando liberalismo puro y duro, una doctrina basada en que los estados tengan poco peso frente al poder financiero, así este podrá disponer de mano de obra barata y mover e dinero de negocio en negocio sin que nadie le pueda detener, no existe el ser humano como persona sino como mano de obra al servicio del crecimiento económico, dando igual para ello si se generan guerras o si se pisotean los ya denigrados derechos humanos. Así “los gobiernos”, porque no es exclusivo del gobierno de España, ni siquiera del actual gobierno, han cedido al chantaje de los mercados rebajando las indemnizaciones por despido, han rebajado impuestos a los que más tienen, han precarizado la educación y la sanidad pública a favor de la privada… Es decir han realizado una serie de acciones, que perjudican a la gente sencilla, la gente de la calle, o lo que es lo mismo: la clase trabajadora (aunque algunos se crean mini botines, por tener una pequeña empresa).

Todo esto, es mucho más sencillo de realizar, cuando existe un solo discurso, el discurso del poder, el del liberalismo. Para domar las mentes de los ciudadanos, no debe haber nadie que pueda corromperlas, que pueda hacerlas reflexionar, es decir, cuando en las instituciones no existen sujetos que puedan rebatir al que manda. Es este el verdadero sentido de lo que pretende realizar la presidenta castellanomanchega, porque el hecho de que los diputados no cobren por su trabajo parlamentario, hace que solo puedan cobrar aquellos que tienen un colchón económico importante o una empresa que le genera importantes beneficios y de la que se puede ausentar. No podrá estar en estas instituciones la persona de origen humilde que tiene que dedicar sus horas en un empleo para conseguir dinero y así satisfacer sus necesidades.

Los ciudadanos debemos diferenciar entre lo que son políticas para salir de la crisis, y son peligrosas propuestas populistas como esta, que va en la misma línea de la propuesta del presidente Gallego, Alberto Núñez Feijoo, de reducir el número de parlamentarios autonómicos, ya que favorece a aquellos partidos mayoritarios, evitando que los minoritarios, ya castigados por la ley electoral, puedan llegar hasta el parlamento, ya que disminuiría la proporcionalidad de las cámaras.

Si lo que los políticos quieren es adelgazar el gasto de los parlamentos y de los gobiernos, pueden rebajar la cuantía económica de los diputados, en vez de eliminarla, pueden eliminar asesores y dietas, o incluso eliminar esa tarjeta que les permite viajar gratis y empezar a soltar pasta… pero que no intenten callar voces diferentes, porque al final alimentan la voz de la calle.

miércoles, 4 de julio de 2012

Tiene gracia ¿Esto es democracia?



Refundar el capitalismo fue una reacción absurda de intentar tapar los errores cometidos por los gobiernos cuando el estallido de la crisis los desnudó dejando al aire las políticas que erróneas que durante años han ido cediendo poder democrático a la dictadura financiera. Y es que, no se puede refundar desde la democracia un sistema que de por sí es antidemocrático, y que si algo nos está enseñando la crisis, es que, el intento de regularizarlo ha sido un auténtico fracaso, como en la fábula del escorpión y la rana (cuando la rana es picada por el escorpión mientras esta lo estaba ayudando a cruzar el río y esta señaló que así se ahogarían los dos y este dijo que estaba en su naturaleza) está en su esencia. Claro, que también es verdad, que depende de lo que se entienda por democracia, si entendemos que democracia es un sistema donde se alternan gobiernos que no cuestionan los defectos económicos, funcionales o productivos innatos en el sistema, entonces capitalismo y democracia pueden ir juntos de la mano pues la segunda solo servirá para disimular las penurias de la primera, tal y como la burguesía francesa ideo en su momento para ser la cúspide social sin que pudieran tener problemas de ningún tipo. Pero, si por el contrario, entendemos que democracia es el poder absoluto del pueblo, donde la política sirve para que la sociedad, como órgano máximo del sistema, esté presente a todos los niveles, ya sean económicos, sociales o productivos, entonces capitalismo y democracia son antagónicos, y por lo tanto está claro que hemos estado viviendo una mentira, que nos han contado, nos hemos creído y mientras tanto se han reído de nosotros como los abusones se ríen de sus iguales hasta que estos se unen y les hacen frente.  

Ahora, cuando vivimos uno de los peores momentos de la Unión Europea, nos hemos tragado la gran mentira, de que el problema viene por la regularización del mercado, cuando ha sido una progresiva desregularización la que ha generado este problema, osea, que ha sido una constante entrega y venta de los valores democráticos la que nos ha llevado a esta situación, y no es que esto sea una invención de algún marxista trasnochado, tan solo es la observación de cómo los gobiernos han privatizado empresas o han entregado derechos, como la vivienda, a las empresas, o lo que es lo mismo, al capital. Ayudados, eso sí, por la gran mentira, que ha sido la Unión económica Europea, que es una puñalada más a cualquier ápice de poder de los ciudadanos, de hecho, es alarmantemente antidemocrático la actuación de las entidades europeas, no consultando jamás al pueblo cuando de una decisión socieconómica trascendental se trataba, y cuando había que hacerlo se acudía a métodos caciquiles, controlando la opinión a través de los medios de comunicación o como sucedió con la Constitución europea que tras ser rechazada por los ciudadanos fue transformada en un tratado para que fuera aprobada sin referéndum.

Esto ha hecho que, la Unión Europea, ahora controlada por Ángela Mérkel, a través del Banco Central Europeo para plasmar en Europa, la política neocón del Tea Party estadounidense. Utilize a los miembros de los gobiernos, como sí de verdugos sin piedad se trataran, para que, olvidando a quien le deben obediencia según las constituciones de los países, realicen recortes salariales, precaricen la educación o la sanidad, o destruyan cualquier residuo de prestación social, o lo que es lo mismo, para que acaben con el estado del bienestar, que el propio capitalismo creó con la intención de que el pensamiento comunista revolucionario que se encontraba al otro lado del telón de acero, no se extendiera por las clases populares occidentales si estas se sentían desamparadas. Pero ahora, cuando el marxismo institucionalizado parece reducido solo a algún lugar caribeño o sudamericano y el pensamiento capitalista está globalizado e inculcado en prácticamente todas las sociedades del primer mundo, tras la eliminación del bloque soviético, no hay peligro de contagio en las masas de cualquier ideología revolucionaria que pueda interferir en los planes de los señores del capitalismo. Es por ello, que no puedo dejar de recordar unas palabras de Joaquín Sabina en cierta canción, bastante crítica, “tiene gracia ¿esto es democracia?”.

domingo, 20 de mayo de 2012

Construyamos la alternativa


Syriza, el partido mal llamado “radical de izquierda” en Grecia, es una ventana de aire fresco para los griegos, azotados por las malas prácticas de sus políticos, convertidos en mercenarios del poder financiero y controlados desde Alemania, sin tener la vergüenza suficiente de plantarse y decir basta. Ellos, al igual que en España, han sido los verdaderos culpables de la crisis, han sido los que han vendido poder público, poder del pueblo a los intereses privados, los que han permitido las malas prácticas en las administraciones públicas y, por lo tanto, los traidores que han vendido la prosperidad de su pueblo.

La revelación de las elecciones griegas, que gana cada vez más adeptos entre nuestros hermanos griegos, surge como proyecto de unión de la izquierda, como el Frente de izquierdas en Francia o como Izquierda Unida en España. Pero al contrario que este último Syriza ha demostrado ser una alternativa fiable al no venderse a los causantes de la crisis, algo, que IU tras sus pactos con el PSOE no puede decir.

Izquierda Unida que surgió como proyecto de unión de la izquierda, allá en los 80, ha fracasado en su intento, y no es cuestión de buscar culpables, a mí me da igual que la culpa la tenga el PCE que los independientes, me da igual Centella que Llamazares, el caso es que ha fracasado y que el proceso de Refundación de la Izquierda impulsado por la nueva dirección de Cayo Lara no ha servido más que para lavar la cara sin solucionar problemas, una chapuza, se ha tapado la gotera pero volverá a salir, a no ser que se afronte el problema.

Durante años los problemas de IU, han sido los problemas del PCE, Nueva Izquierda, LLamazaristas contra comunistas…. Se trata de problemas surgidos en el seno del PCE que salpican a toda la asociación, ya que a menudo esta es refugio de disidentes. Quizás IU ha olvidado su discurso claro, inicial y ha intentado ocupar un espacio, que por definición no es de su propiedad. Hablo de ocupar el espacio de la socialdemocracia, donde IU no debería estar puesto que en su formación jamás hubo partidos de esta tendencia y porque ese espacio te acerca al problema del sistema, el fracaso de la socialdemocracia como ideología reguladora de los mercados. Esto cristaliza en los sucesivos pactos con el PSOE, que es ilógico en cuanto a formas y en cuanto a contenido. En cuanto a formas porque no se puede decir que el PSOE y el PP son partidos pro sistema que están al servicio de los bancos y luego pactar con ellos. En cuanto a contenido, porque se ha olvidado aquel famoso “programa, programa, programa” teniendo la organización pactos pre electoral para un futuro gobierno después de las elecciones y olvidándose de los compromisos con los votantes.

Pero este no es el único problema de IU. Esta coalición debería ser la alternativa por la izquierda, el foro donde convergieran todas las ideologías a la izquierda de la socialdemocracia. Pero partidos como Equo, Izquierda Anticapitalista o PACMA, son partidos con importante potencia electoral y que teniendo un ideario, en la teoría, muy parecido, no son capaces de integrarse en un proyecto común. Obviamente no es solo culpa de IU, suele haber otros factores. En primer lugar factores de tipo personales, es obvio que un proyecto como Equo, con una persona al mando como Juan López de Uralde, pues es un partido muy personalista en lo que a cara visible se refiere, y obviamente, en una posible alianza con otros partidos el podía perder gran parte del peso en la organización, en el mismo sentido, la presencia al lado de Uralde de gente como Inés Sabanés hace difícil el entendimiento entre personalidades pues es conocida la escasa afinidad entre los representantes del PCE y gente procedente del “llamazarismo”. Pero también hay problemas de tipo orgánico, o mejor dicho de tipo democrático, entendido esto como funcionamiento de partidos. Las organizaciones políticas, y en esto IU no se salva, son muy monolíticas, poco transparentes y muy piramidales y eso no ayuda a la integración de nuevos agentes.

El resultado de todo esto se vió claramente en las elecciones generales, donde la verdadera izquierda pese a haber crecido logró un resultado decepcionante, con una alta abstención electoral y con la gente de izquierdas pensando que si hubiera habido una gran alianza de la izquierda el PP podría no haber tenido mayoría absoluta e IU mayor capacidad de decisión. Por lo tanto, debemos pensar que ha llegado el momento de una gran unión de la izquierda o si no muchos vamos a acabar por pensar que es imposible el cambio.



                                                                                                                                     

sábado, 11 de febrero de 2012

Spain is different

Baltasar Garzón es, sin duda, una figura inquietante. No suele ser bueno que un juez sea protagonista de cada una de las causas, quizás por ello, por su forma tan personalista de actuar se ha ganado unos cuantos enemigos, tanto en el mundo terrorista, como en el judicial,  como en los dos grandes partidos que han ostentado y ostentan el poder en nuestro país.  No me extrañaría nada que más de un político haya brindado con champán tras la inhabilitación del “superjuez”,  y no me refiero solo a miembros del partido vinculado con la trama gúrtel y que a la vez se niega a condenar la represión franquista mientras da lecciones de democracia a Cuba o Venezuela.

El caso de la inhabilitación de Garzón, ya sea por su lucha a favor de las víctimas del franquismo o por querer enjuiciar a los curruptos, es sin duda una vuelta de tuerca más en el progresivo aumento del descontento popular sobre la pureza de nuestro “sistema democrático”, que dicho sea de paso, y de ahí vienen todos los problemas, fue dado a luz por el propio sistema franquista y sus ministros y seguidores como el demócrata Don Manuel Fraga Iribarne.

Uno de los grandes problemas surgido en torno al juicio a Garzón es la inevitable imposibilidad de separar las causas por las que ha sido enjuiciado, por ello cualquier fallo contrario al juez suscita el rechazo de los partidarios de la memoria histórica y de aquellos que están en contra de la trama gúrtel, porque por raro que parezca hay gente a la que le gusta saber donde están enterrados sus muertos y a la que le gusta que sus impuestos sean bien utilizados, lo sé, son unos insensatos y unos adoctrinados políticos, nada que ver con el buen español que gusta de ver futbol, toros y votar cada cuatro años lo que le diga el medio de comunicación de turno.

Es curioso ver como ha sido una trama de corrupción política la que a ha acabado con la carrera del juez más mediático de España, no solo por su forma de actuar, sino también por lo valiente de sus actuaciones. Recordemos que fue este juez sobre el que el felipismo reinante en el primer lustro de los 90 desató todas sus iras curiosamente por enjuiciar a “socialistas”, y que eran los que ahora tanto le critican quienes decían que no se podía dudar de Garzón. Pero hay amigo, en política no existe memoria, ya se encarga la televisión de sedarla. Las tornas han cambiado y ahora la presunta corrupción pone al otro partido en el ojo del huracán. Pronto han desfilado tras la sentencia todos los políticos de dicho partido a decir que hay que respetar lo dicho por el tribunal, algo que muchos no aplicaron cuando los juicios del 11M y que desde sus medios de comunicación afines se agarraron a unas pruebas poco coherente para buscar “su verdad”, pero claro no es lo mismo que te den la razón a que no te la den.

No se puede negar lo innegable, lo cierto es que Garzón autorizó  escuchas ilegales pero cierto es que los informes destacan que la única forma de conocer la verdad y poder enjuiciar a los que estaban robando dinero público era así. Uno se pregunta hasta qué punto ha estado la justicia al servicio del pueblo al intentar silenciar a un juez que ha estado luchando contra la corrupción y en favor de la búsqueda de los muertos en la dictadura, con unas leyes que curiosamente emanan del sistema ilegitimo contra el que cometió el error de topar.

Es normal que en los países extranjeros estén perplejos tras la condena de Garzón, y así lo acredite la prensa internacional, pero claro, ellos no entienden que “Spain is different”.