viernes, 22 de abril de 2016

Se lo han ganado a pulso

Durante los últimos días ha vuelto a la primera plana una vieja polémica que cada vez se hace más visible, se trata de las marcadas líneas editoriales de los medios de comunicación cuando no  directamente mentiras y manipulaciones.

Personalmente pienso que entre la deseada “libertad de prensa” y el la famosa frase de Rafael Correa “Desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”, hay muchos matices, pero lo que está claro es que, el llamado 4º poder, tiene “miembros” que en vez de hacer periodismo hacen basura.

Los ciudadanos, como otras muchas patas sobre las que se sustenta la realidad en que vivimos, hemos puesto en cuestión también a la prensa. Sé que muchas personas de la generación de mis padres dirán que no hemos descubierto nada, acordándose de cosas como la famosa “pinza” de Anguita, pero lo cierto es que jamás en la historia de la democracia el descrédito había sido tan grande.

Tiene mérito por parte de los periodistas, al fin y al cabo ellos son grandes creadores de opinión. Lo que pasa que en una sociedad más politizada que hace diez años, determinados descaros se pagan, y desgraciadamente se hace de forma muy genérica. Me estoy refiriendo a ex diputados dirigiendo medios de comunicación, fotos de falsos presidentes entubados, supuestos casos de corrupción o financiación que luego no llegan a ningún lado, confundir insultos con información, mucho egocentrismo, vender como intelectuales a gente que cada vez que abre la boca demuestra lo contrario….

Quizás otro día, y si me apetece, podría hablar de quien está detrás de los medios de comunicación, y donde tiene intereses, que es lo que justifica estos comportamientos. Aun así no es ningún secreto que los periódicos, televisiones o radios no se financian del aire… pero ese es otro tema.




martes, 5 de abril de 2016

La impotencia de toda una ciudad

Es triste el cierre de empresas como Lauki, no solo por el drama de la pérdida de puestos de trabajo, sino por la vinculación de este tipo de factorías con el lugar donde están implantadas, llegando no solo a generar dinamismo económico sino siendo capaces de fomentar el crecimiento demográfico de las ciudades incluso desarrollando una morfología urbana determinada.

Sin llegar al impacto de FASA Renault el cierre de Lauki y Dulciora nos muestra la impotencia de las administraciones ante unas decisiones empresariales que para nada se toman en la proximidad, sino en despachos lejanos que escapan al poder local, regional e incluso estatal. La mundialización y la desvinculación de la empresa con el espacio donde se encuentran sus factorías ha generado el aumento del poder de las grandes empresas y la incapacidad de la administración, y del ciudadano, para establecer una relación entre iguales.

No hace mucho tiempo la Junta de Castilla y León tuvo que negociar con FASA Renault su permanencia y todo el mundo con el que hablabas sabía lo que iba a pasar, “La junta soltará pasta” era lo que se decía, y así fue. Las administraciones no pueden consentir el cierre de este tipo de empresas, pues supondría un impacto económico y social demasiado fuerte sobre un amplio espacio, y esto es algo que los directivos saben bien.

Quizás todavía se pueda salvar algo del desastre que va a suponer el cierre de dos empresas con una plantilla tan alta, pero desde luego será en unas mejores condiciones para estas. Sacarán o pasta o recortes de plantilla, o las dos cosas. Si esto ocurre probablemente tenga mucho que ver la movilización popular y el miedo de los representantes.


 Aun así, me gustaría destacar la hipocresía del PP y del PSOE, que a todos los niveles han promovido un modelo empresarial sin arraigo y que chantajea a países, regiones y municipios. En Valladolid ahora tienen la oportunidad de demostrar que están en contra de esto. Señores del PP y del PSOE posiciónense en contra del TTIP por ser un tratado que no va a revertir esta dinámica.