domingo, 23 de octubre de 2016

Todo tiene sus causas

En el fondo, desde Diciembre, todos sabíamos que el PP y el PSOE iban a llegar a un entendimiento para facilitar un gobierno. Probablemente si se hubiera producido el sorpasso esto hubiera llegado mucho antes, pero no solo de voto urbano debe vivir el partido morado, y además Castilla es muy grande y conservadora.

Quizás los que lo dábamos por hecho nos olvidamos de que la gente antes de morir puede tener comportamientos heroicos, y eso es lo que hizo que Pedro Sanchez arriesgara. Eso, o que quería seguir en la poltrona, que cada uno elija.

Al final, ha ocurrido. El periódico el País no lo llamará “Pinza”, lo llamará responsabilidad o pacto de estado, esas definiciones que utiliza la prensa con los acuerdos entre el PP y el PSOE. Pero no por ello deja de ser bochornoso y traumático, para el partido que más legislaturas ha gobernado en España desde que llegara la democracia.

Hay que entender que el espectáculo del último mes es la conjunción de varias crisis en un momento determinado:

·         Crisis ideológica: Desde finales de los años 90 los partidos socialdemócratas empezaron a abrazar la ideología liberal, y eso se tradujo en propuestas de liberalización de los sectores económicos y de adelgazamiento del estado del bienestar (de por sí, en España ya bastante esquilmado). Esto lo compensaban con avances en los derechos sociales. Al estallar la crisis, estos partidos fueron incapaces de realizar una política diferente y de dar respuesta a la emergencia social, adelgazando así la línea que les separaba de los conservadores. Aquí tenemos el caso de Zapatero, pero para mí el ejemplo más paradigmático es el caso en Francia de Hollande, que llegó como la gran esperanza de la izquierda Europea y va a salir del gobierno como el fracaso más sonado.

·         Lo viejo contra lo nuevo: El 15M pilló a los partidos tradicionales con el pie cambiado. Sus estructuras monolíticas no se han sabido, o no han querido por meros intereses de poder, adaptar bien a esas nuevas formas que la sociedad (la que participaba y la que simpatizaba con este movimiento) anunciaban. La lucha constante de Pedro Sanchez con los barones (los cuales le promocionaron en las primarias) y su posterior “asesinato político” lo retrata. Es decir, se ofrece a la militancia elegir al capitán del barco, es decir un mecanismo de participación, pero luego es la estructura de partido la que marca la política y los tiempos y al final en una pugna por el poder pierde lo surgido de las primarias.

·         El debate territorial: Algunos dicen que los problemas territoriales de España empiezan con el café para todos, pero creo que en España esto ha sido una constante que solo se ha podido enfriar cuando ha habido entendimiento. Pero si hay que poner un antecedente yo me iría más al franquismo que a la transición, porque se trató de homogeneizar el “sentimiento territorial” de todos los habitantes del Estado, imponiendo una cultura españolista, lo que provocó, lógicamente, una reacción de aquellos territorios. Ese sentimiento sigue impregnado en gran parte de la sociedad y es aprovechado electoralmente por el PP. Entre estos dos mundos el PSOE ha sabido moverse muy bien, siempre con la idea del federalismo en la mente (algo que no se han creído mucho). El envite soberanista les ha obligado a posicionarse del lado de las posturas más conservadoras frente a alternativas más valientes que reconocieran la plurinacionalidad del estado y que hoy son representadas por PODEMOS y sus confluencias. Esto ha hecho que en los territorios donde el nacionalismo es electoralmente una fuerza relevante hayan sufrido un desgaste enorme, territorios donde solía marcar diferencias en la carrera electoral con el PP (Galicia aparte).

·         Crisis de liderazgo: Ante el fracaso de Rubalcaba, desde el aparato del PSOE tuvieron que buscar otro Secretario General que pareciera una ruptura con lo que se consideraba “viejo”.  La mejor forma para vender eso eran unas primarias donde se dejara participar a la militancia, algo que se supone que está acorde con los nuevos tiempos. Las primarias, como la mayor parte de procesos, tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, lo que las hace más adecuadas es la necesidad que tiene la gente de participar en las decisiones de su partido. Ante esto se buscó el candidato más adecuado, es decir más disciplinado, con el aparato, en la figura de Pedro Sanchez. El resto, ya se sabe, se le promocionó por parte de medios afines, fue apoyado por los barones y votado en consecuencia. Desde entonces, Pedro Sanchez, ha demostrado ser el Secretario General con menos visión política de la historia: cambios de discurso, poco contenido político, enfrentamientos con las federaciones territoriales, estrategias para intervenir en ellas… Es decir se ha ganado un montón de enemigos que en cuanto han tenido la oportunidad han ido a por él.

·          PODEMOS: Al final el surgimiento del partido de los círculos es lo que más daño ha hecho al PSOE. Porque hasta la aparición de este nadie discutía que la única forma de cambiar al PP (ya fuera en municipios, CCAA o en el estado) era a través del PSOE, con lo cual bajara o no en las encuestas siempre podría recurrir a determinados con movimientos de izquierda o con nacionalistas (que no soberanistas), lo cual permitía posponer ciertos debates. Pero el hecho de que una fuerza política le dispute la hegemonía de, ya no solo la alternancia , sino la alternativa al PP y que se permita negociar sin posición e inferioridad hace que todos los problemas surjan y se magnifiquen.

En definitiva el PSOE está ante un momento fruto de la conjunción de problemas que arrastra desde hace tiempo, y que tienen que ver con la dificultad de la socialdemocracia de dar solución a la crisis económica, la dificultad de los partidos de responder a las ansias de participación de la ciudadanía, los problemas particulares del estado y el surgimiento de nuevos movimientos que han cambiado el tablero electoral. Y esto, como  ya he dicho alguna vez es síntoma, en su conjunto, de que la sociedad del siglo XXI no es ni mucho menos la del siglo XX y para dar respuesta a sus problemas primero hay que comprenderlos.


Cabe señalar, para finalizar, que a pesar de lo que muchos anuncian, no está muerto. Esto dependerá de lo que haga en el futuro. Se trata de un partido “histórico” (aunque estuviera 35 años de vacaciones), que tiene una militancia, y unos simpatizantes, bastante fieles (aunque cada vez se vaya erosionando más), en su mayoría mayores de 50 años. Lo que les va a garantizar cierta tranquilidad para afrontar un debate interno que les permita resurgir. Aunque es cierto que, en su mismo espacio está compitiendo con otro movimiento que querrá aprovechar este movimiento de debilidad. 

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