domingo, 1 de abril de 2012

Carta a una amiga

Querida compañera y sin embargo amiga:

Recuerdo nuestra conversación en un bar de la ciudad de Valladolid apenas una o dos horas después de la finalización de la manifestación. Recuerdo que todo empezó porque yo te pregunté a que se debía tu ausencia en la manifestación cuando habías dicho que si que asistirías, tu respuesta fue rotunda pero lógica: “estoy a favor de la reforma”, por supuesto nos enzarzamos en una pequeña discusión que fue interrumpida por los acordes de guitarra de un amigo común. No obstante, la conversación quedó a medias y aprovechando que mi tarde de domingo está siendo algo casera y aburrida espero que no te importe que te conteste por aquí.

Que quede claro, y creo que tú lo sabes, que soy bastante crítico con los sindicatos y también con los partidos  que apoyan la reforma y con los que no la apoyan, aunque sea simpatizante de uno de ellos. Voy a partir de dos  palabras que tú me dijiste “es necesario”, mi pregunta es ¿Por qué? ¿Qué bien le va a hacer a la ciudadanía que el valor de su trabajo por año trabajado, en caso de despido, sea de 20 días por año trabajado? Yo soy de la opinión que a la ciudadanía ninguna, pero claro a mí me gusta decir que la economía es un útil al servicio del pueblo y no al revés. Pero en el caso de considerar la premisa neoliberal de que fuera al revés, como nos obligan a creer desde las plataformas mediáticas, esta medida es también contraproducente, porque, como el gobierno ha admitido, esta reforma no va a crear empleo, de hecho está sirviendo para que los empresarios despidan trabajadores, aún cuando la empresa no está en quiebra, y es que, otra de las medidas estrella de este atentado contra el estado del bienestar es la posibilidad de que el empresario pueda despedir simplemente porque haya tenido menos ingresos no porque esté en bancarrota. Es decir a menos trabajo menos ingresos por impuestos por lo tanto menos recaudación de la hacienda. por consiguiente mayor estancamiento de la economía y posibilidad de que el gobierno realice más recortes y por lo tanto sigamos entrando en una dinámica cíclica de autodestrucción.
Pero mi querida compañera, aquí no acaban los despropósitos hacia la clase obrera, que ahora más que nunca debe estar unida. Pongámonos  en la situación de que tengas una enfermedad común, una gripe, o varias, y tienes que faltar una temporada mayor a 9 días en dos meses, pues puedes ser despedida solo por eso. Fíjate los meses de diciembre y Enero, con lo susceptible que son algunas personas a coger catarros ¿acaso una familia con necesidad de dinero podría permitirse que no entrara un sueldo por culpa de un vulgar virus?
También me ha llamado la atención, y así tengo que denunciarlo, que el empresario puede decidir tu traslado incluso de ciudad. A nosotros ya se que no nos importa, somos jóvenes y con ganas de comernos el mundo, pero son muchos los padres y madres de familia que ya tienen la vida echa en algún lugar, con su casa comprada, su jardincito, su perro y su paella de los domingos ¿a los 40 o 50 años van a tener que cambiar de vida?

Pero no se me escapa, que tú con la suspicacia que te caracteriza, me dijiste que si estaba en contra dijera que si era posible otra solución. Hombre, he estado pensando y he llegado a una solución que me gusta, aunque he de decir que no ha sido idea mía, ya lo aplico Keynes en la Gran Depresión, y es la inversión en obra pública, en cierto modo ya lo intentó el gobierno del PSOE pero lo orientó mal, pues el famoso Plan E no dió apenas tiempo a las administraciones a realizar propuestas con visión de futuro y sirvió tan solo para dar trabajo sin que repercutiera en unas infraestructuras importantes. En primer lugar, a ti y a mí que nos gusta pasear por la ciudad y disfrutar de ella, podemos comprobar la necesidad de rehabilitación de muchos edificios ¿Cuántos empleos no se generarían con ello? Pero aquí no acaban las posibilidades de la administración, con lo criticada que ha sido la ley de dependencia por falta de recursos, no me dirás que no sería un nicho de trabajo importante. Pero, al igual que hizo Keynes con el valle del Valle del Tennessee, ¿Por qué no invertir en grandes infraestructuras? Así a la vez que creas trabajo creas infraestructura para que en el futuro el país sea más competitivo.

El único problema de todo esto es la necesidad de grandes inversiones de dinero público ¿de dónde sacarlo? Para ello me remito al artículo 31 de la Constitución Española: “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”. En este sentido, la propuesta es clara, que todas las rentas tributen de la misma manera, sean del capital o del trabajo, y que paguen más los que más tienen y más ganan. Por no mencionar, el dinero que podría salir de la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida (23% en nuestro país).

Pues bien, mi querida amiga, mi propuesta es clara: frente a aquellos que quieren pasar la factura de la crisis a los trabajadores o pequeños empresarios, cuando ellos no son culpables, yo pienso que somos el pueblo llano quienes debemos pasar la factura de la crisis a ellos, pero claro eso no puede hacerse quedándose en casa hay que salir a luchar juntos.

Atentamente tu compañero Juanfran.

3 comentarios:

  1. Estimado Juanfran,
    Disculpa por la tardanza en mi respuesta.
    En primer lugar, no estoy de acuerdo con la reforma. ¿Quién podría estar de acuerdo con una reforma que talla tales derechos? Nuestros derechos, los tuyos, los míos y los de todos. Ojalá no tuviésemos que recurrir a esta reforma... Pero te mostraré porque la entiendo necesaria.
    El problema radica en la situación. Recortes, falta de dinero público y privado, presupuestos famélicos y la necesidad absoluta de dinamismo. Necesitamos derechos laborales, pero también, un trabajo. España necesita crear empleo, y en pocas ocasiones he defendido aquello de "el fin justifica los medios", pero esta es lamentablemente una de esas situaciones.
    Antes de la huelga estuve al tanto de escuchar, de cualquier boca, una alternativa que permitiese esa dinamización que necesitamos. Pero hasta hoy no la he obtenido, y sabes que en cuestiones de política no me caso con nadie, por lo que hubiese admitido cualquier propuesta plausible.
    Debemos crear empleo y, ¿quién puede crearlo? Los trabajadores a través del consumo, y los empresarios también mediante la inversión. Pero, ante la actual inestabilidad, o no pueden o no se arriesgan a contratar. El tejido empresarial necesita mayor flexibilidad, que la reforma otorga del siguiente modo:
    - El empresario podrá cambiar a un empleado de puesto, más conveniente que despedirlo e indemnizarlo o que mantenerlo en una función en la que no se le necesita, con el fin de evitar despidos y cierres.
    - Permite que un empresario, antes de valorar los despidos, pueda reducir salarios. Esto se ha hecho, mediante acuerdo entre patronal y sindicatos, en la empresa Michelín con resultados alentadores. Si todos reducen su sueldo (y el empresario sus beneficios), todos seguirán trabajando.
    - Abarata el despido. Desde que empezó la crisis, las empresas han despedido a trabajadores y, cuando necesitan mano de obra, recurren a denigrantes pseudo-modos de contratación, como por obra y servicio, mini-jobs y otras mañas que, por desgracia, los jóvenes conocemos bien. ¿Despido barato? Sí, pero, como verás, nada nuevo bajo el sol... Con esta reforma, el empresario tendrá menos cautela a la hora de contratar y no necesitaremos esos pseudo- contratos.
    Afirmas, con acierto, que esta reforma no creará empleo, pero permitirá un dinamismo que evitará más cierres de empresas. Las empresas tendrán una opción más antes de cerrar y esto, en mi opinión, conservará puestos de trabajo que, ante la actual inestabilidad, están ya amenazados.
    Escucho con gran interés las dos propuestas que ofreces, puesto que, reitero, el recorte de derechos laborales no es una opción brillante, y busco alternativas plausibles.
    En cuanto a la inversión en obras públicas que señalas, mantengo ciertas reservas. ¿Cómo las financiamos? ¿Debemos volver a confiar en un modelo basado en la construcción? ¿Es recomendable un plan afín al Plan E que ha fracasado? A pesar de que podría ayudar, en cierto modo, no puede funcionar como única herramienta contra el desempleo.
    Por otro lado, debemos fomentar la persecución del fraude fiscal y de la economía sumergida. Ya mostré mi indignación cuando el actual Gobierno "congeló" las plazas para Inspector de Hacienda, si bien poco después se retractó en parte. La lucha contra el fraude es uno de los pilares de una economía dinámica y resistente. Pero estas medidas tampoco solucionan per se el problema del desempleo.
    Por supuesto, escucho tus opiniones y, como es sano en democracia, comparto las mías. Ojalá esta reforma nos permita a más jóvenes acceder a un trabajo digno...
    Por último, te recomiendo una pequeña historieta empresarial que resume, con visos pragmáticos, lo que vengo a defender.
    http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20120320103401AAbZAcG
    "Imagínate que tienes una empresa que fabricaba 5 barcas a la semana, y para ello tienes 10 empleados...”
    Me despido, querido compañero, deseándote unas buenas vacaciones. Atentamente, Ana Portela

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  2. Lo que aquí queda claro dejando al margen la ya discutida reforma es que España necesita reactivar la economía y que el gobierno de momento no ha hecho ninguna medida a favor de eso, más que despedir personal público, precarizar el empleo, subir los precios (algunos como juanvi la gasolina), subir los impuestos (mintiendo) y recortando derechos.....aún espero la apuesta por la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías, biotecnologías o el desarrollo de nuevos productos, aún espero una financiación a la deuda pública a pymes y deshauciados a través de una banca pública, aún espero que se suban los impuestos a quien más tiene para crear empleo público....Cada vez la gente tiene menos dinero y mas gastos y se pretende que despidiendo más barato se dinamice la economía??
    Mi opinión es que el desastre se acerca.
    Atentamente un social demócrata

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  3. Estimado socialdemócrata,

    Según he defendido, en mi opinión esta reforma laboral es una vía posible para reactivar la economía. En el texto de arriba explico como, en mi opinión, "se pretende que despidiendo más barato se dinamice la economía", como señalas en tu texto que, por otra parte, leo con gran interés.

    Por otro lado, considero que las acciones que mencionas tienen más que ver con el problema de déficit (con no gastar dinero que no tenemos), que con dinamización de la economía. Me refiero a despedir personal público y subir impuestos.
    El Gobierno ha expresado ayer mismo (en concreto su ministro de Economía)que se subirán los impuestos a las rentas más altas, por lo que una de las medidas que propones ya está siendo contemplada.

    En cuanto a la apuesta por la innovación y las nuevas tecnologías, es un objetivo más que loable y en el que podemos coincidir todos o la gran mayoría de nosotros, pero ¿de dónde sacamos financiación?

    En mi opinión, no hemos acudido aún a ninguna alternativa recomendable o atendible para frenar el cierre de empresas y los despidos. Sigo a la espera y en búsqueda de dicha solución, porque, obviamente, algo debemos hacer, cambiar nuestro rumbo sin duda.
    Un cordial saludo, Ana

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