lunes, 15 de mayo de 2017

El 15M hoy

Últimamente disfruto más de aquellas compañías que me hacen pensar, con las que puedo debatir, confrontar ideas, o que pensando lo mismo complementan mi forma de pensar y me afianzan en el camino al señalarme que ellos piensan igual y que no estoy tan loco.

Este fin de semana, se ha dado así, he tenido varias charlas. Una, como no podía ser de otra forma, fue sobre el 15M. Lo que más me llamó la atención es que los allí presentes hablábamos desde un punto de vista ya nostálgico. Lo reflexioné según volvía a casa, mientras conducía, para mí es sintomático de que algo ha cambiado. Se ha acabado la ilusión y ahora solo queda el recuerdo.

Y es eso lo que hicimos, recordar, mientras los allí presentes decían como se lo pasaron en aquella manifestación del 15 de Mayo, yo dije, siendo probablemente el que más se había creído el movimiento (o sus ideas) de los allí reunidos, que estuve en el sofá de mi casa (por aquel entonces vivía en Valladolid y me volví a Tordesillas el finde, como hacía cada vez que me cansaba de la ciudad). Pero poco me dicen las anécdotas, salvo aquellas que viví con mí gente por aquel entonces, compañeros de carrera y amigos, al fin y al cabo, estas cosas son las que siempre marcan.

Al final, lo he pensado, lo he escrito, lo he debatido… el 15M fue un soplo de aire fresco que hizo envejecer el sistema, sacó sus vergüenzas, repolitizó parte de la sociedad y abrió un ciclo, que, a día de hoy, yo daría por cerrado. Esa es la gran reflexión a la que se puede llegar. Probablemente, y era necesario, nos terminamos de jugar todo a la baza electoral, y algo se ha conseguido, pero pienso que nos hemos quedado a medias estando ahora en otra fase… Una fase, en el que gran parte de esas ideas comparten espacio en la sociedad con lo viejo, el problema es que esta confrontación se tendrá que saldar algún día, y “lo viejo” ha demostrado ser muy bueno en la pugna. Además, soy de los que piensa, que la hoguera se apagó, aunque queden “brasas”.

Mi miedo fundamental, es que esos movimientos que surgieron, tanto sociales como políticos, al calor del 15 M, o como consecuencia de este, opten por el gran error de la izquierda desde la caída del muro de Berlín: la política de resistencia, quizás fue la única esperanza hasta la llegada de las izquierdas latinoamericanas, pero fue una situación de constante desgaste y pérdida de fuerza.

Veremos que pasa, aunque como me han dicho hoy, puede que estemos ante unos sucesos como los de 1905. ¡Ojalá!

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