jueves, 2 de junio de 2016

¡Aquí está Tordesillas!

Hoy, al pasar por la Plaza Mayor de Tordesillas, mi pueblo para el que no lo sepa, he levantado la vista y he observado por un instante una pancarta donde se hablaba del Tratado de Tordesillas, en seguida he pensado “Claro si va a ser 7 de Junio”.

 Continuando mi camino me he absorbido, una vez más, en mis pensamientos (mi mundo que dirían algunos XD), de esa forma en la que pasas al lado de la gente te saludan y no te enteras. Mi mente me trasladó a 1994 para explorar los recuerdos que tengo de aquel momento en el que se  celebró el V Centenario del Tratado de Tordesillas, que fue ese tratado donde los Reyes de España y Portugal decidieron repartirse la Conquista del Nuevo Mundo como el que se reparte una tarta (como hacen ahora las multinacionales). Era yo muy pequeño pero recuerdo bastante fiesta entre los vecinos ese día, banderas de España en los balcones, y la salida de los Reyes del Monasterio de Santa Clara, así como de Jose María Aznar. Para un niño de 6 años por aquel entonces, ver famosos era algo increíble, lógicamente ahora no saldría a verlos.

En aquel momento no fui consciente de lo que significó aquel día, no me parecía una cosa normal que en la Radio hubieran estado dando la matraca durante varios días, ni toda la campaña de publicidad que se hizo para aquel momento (todavía guardo algún llavero creo). No fui consciente, en ese momento, de lo que significó para Tordesillas y para sus vecinos. Fue como una reivindicación de la historia de Tordesillas, un “¡Coño, Aquí estamos nosotros!. Cámaras de televisión, periodistas, ambiente festivo… y ningún toro de por medio. Desde entonces sí que tomó significado aquello de  “Villa del Tratado”.

Hubo una gran inversión para vestir al pueblo de gala, y aunque con el tiempo pienso que algunas inversiones fueron un desastre, los tordesillanos tenemos que reconocer que pocos lugares más aprovechados que “las casas del Tratado” vamos a encontrar en el municipio (dicho lo cual no es, ni de largo, mi rincón favorito de Tordesillas). El resultado a corto plazo fue positivo, hubo una proyección al exterior importante, aunque creo que no lo utilizamos como deberíamos y soy de los que piensa que la marca “Villa del Tratado” ha perdido su valor con el tiempo, y aunque esa historia no nos la quita nadie, creo que en el futuro para vendernos como imagen nos deberemos fijar más en la relación de Tordesillas con la Reina Juana.


No obstante la conmemoraciones anuales de este momento y recuerdos de haber vivido el quinto centenario deben hacernos, cuanto menos, y sin envolvernos en ninguna bandera, sentir un poco de orgullo. 

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