No quería a escribir sobre lo que
creo que significa Fidel, o por lo menos lo que para mí significa. Pero durante
toda la semana he visto titulares y he sido observador de debates en diversos
grupos de WhatsApp dónde no he querido entrar por falta de ganas.
Para unos Fidel pasará a la
historia como un revolucionario, para otros como un dictador. Y las dos partes
tendrán razón. Nos empeñamos en observar el mundo, y la realidad de otros
países, desde nuestra posición de hombres blancos europeos, o a través de las
noticias de medios de comunicación cuyos hilos son movidos por dueños de grande
multinacionales perjudicados por las ideas que la Revolución Cubana mostraba al
mundo (porque que nadie niegue que a la hora generar opinión la televisión es
la primera trinchera). Cuando lo justo es que analicemos la realidad con los
parámetros del lugar donde ocurre el suceso, porque solo así vamos a entender
el fenómeno. Y la Cuba de los años 50 del pasado siglo (sitio de recreo de
millonarios estadounidenses, muy bien descrita en el Padrino II por cierto) hay
que analizarla desde la perspectiva de la situación reinante, donde desde los
años 30 la mano derecha de los intereses de estadounidenses, Fulgencio Batista,
tutelaba la política de la isla y permitía que la pobreza asolara a su pueblo
vendiendo la materia prima del país a manos extranjeras.
Solo en una situación de
desesperación se entiende que el pueblo se levantara, porque la gente solo se
levanta cuando no tiene nada que perder. Y fue el pueblo cubano el que derrocó
al gobierno ilegítimo, y por lo tanto fue él el que otorgó legitimidad a lo que
vino después. Aunque no fuera democrático, no había posibilidad para elecciones
en aquel momento. Al frente de ellos estaban Fidel, El Che, Raúl, Camilo… sí, empezaron
siendo 4, ellos supieron organizar esa masa crítica, pero al final fue la gente.
Esta se unió por la esperanza de conseguir algo mejor.
Después vinieron las
nacionalizaciones, el alineamiento con la URSS, el socialismo, el sistema
sanitario y educativo del que nunca escucharemos hablar en la televisión… Pero
al final, para una persona, que, como yo, ha vivido la mitificación del hombre,
es que Fidel (aunque el solo no fuera), devolvió la dignidad a un pueblo,
demostró que otras vías eran posibles y que por muy pequeño que seas puedes
convertirte en algo relevante. Es la figura que simboliza todo el romanticismo de
este proceso. Los años posteriores deterioraron su figura, dieron argumentos a
los que jamás quisieron una Cuba rebelde. Siempre he comparado al Che con
Fidel, si este último no hubiera gobernado durante tantos años su figura
estaría tan impoluta como la del primero. Sin duda Fidel ha sido uno de los
grandes personajes del siglo XX.
Es cierto, la imagen que se
proyecta de la Cuba de castro actualmente es una imagen de pobreza. ¿Pero como estaríamos
nosotros si no se nos permitiera comerciar? Ojalá la comunidad internacional se
mostrara tan determinante con el resto de dictaduras y no solo con las que
dicen no a los intereses de multinacionales estadounidenses. Se transmite una
imagen de violaciones de derechos humanos pero ¿y en cuantas democracias ocurre
esto? Siempre me ha parecido curiosa (y penosa) la imagen de televisiones
españolas contactando con disidentes cubanos en pleno centro de la Habana para
hablar de lo reprimidos que están. No estoy defendiendo que ocurran estas cosas
en el país caribeño, pero sí que seamos justos y critiquemos todo por igual.
Por otra parte soy de los que
defiende que por muy injusto que sea el bloqueo comercial, no solo Estados
Unidos tiene la culpa, y quizás Cuba podría haber hecho algo más. Sobre esto último
me hizo gracia las portadas de periódicos cuando se iniciaron los contactos
para superar el bloqueo, todos coincidían en que los Castro habían perdido,
pero lo cierto es que USA hizo un bloqueo para acabar con el régimen Cubano y
el bloqueo se va debilitando (ya veremos lo que pasa con Trump) y el régimen
sigue ahí. Estoy seguro de que además el sistema cubano ha generado una élite
burócrata en torno al poder (algo que llamaríamos Casta aquí) y eso tampoco es
defendible.
Pues bien, para mí esto es lo que
me suscita Fidel y su Cuba, todo un mundo de contradicciones. Es una figura a
favor del socialismo, de la dignidad, contra la pobreza… está claro. Pero no
soy de los que me gusta idealizar al hombre, porque como hombre tiene sus contradicciones. Y eso que desde pequeño he vivido
con la mitificación constante del líder cubano.
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