viernes, 22 de julio de 2016

No caigamos en el miedo

Recuerdo sobre el conflicto Vasco que Sabina ironizaba en una canción, de las que para mí no pasará a la historia, señalando lo siguiente: “¿o todos los vascos van con metralleta? pues no, mire usted. ¿y están todos locos por ser de la ETA? mire usted, tampoco”.

Me ha venido a la memoria porque creo que estamos cayendo en el mismo error con Oriente Medio y el mundo Musulmán. Para empezar en occidente deberíamos hacer algo de autocrítica y analizar un problema tan complejo, esto suele ser bueno para poner soluciones y para evitar que la gente se lance al discurso ultraderechista.

Desde la caída del Imperio Otomano, occidente, pero también Rusia, han hecho con esta zona lo que ha querido. Empezaron prometiendo, a esta región estratégica por ser la entrada a Asia y por el petróleo, la gran Arabia y acabaron conformando una multitud de estados sin tener en cuenta criterios raciales, poblacionales, históricos o religiosos. Durante 50 años estuvieron gobernados de forma colonial y durante la Guerra Fría fueron países donde cada bloque apoyaba sectores para que se dieran de tortas, en el caso de Estados Unidos, prefirió financiar en ese momento a islamistas radicales, que no se olvide. Se ha intentado controlar la zona con gobiernos afines a intereses de occidente, y cuando no ha sido así se ha generado caos y muerte, proporcionando armas a grupos que ahora son un problema. En estas circunstancias es normal que surja odio y crezca el fundamentalismo, si hasta para cargarse al partido “Baaz” se ha favorecido a los “hermanos musulmanes”.

Lógicamente esto ha influido, refugiados aparte, en una Europa que ya tenía problemas de falta de integración de los musulmanes. Un ejemplo de ello, y a pesar de lo que admiro a un Estado tan laico, es Francia, donde su laicismo ha sido un problema para integrar a todos aquellos musulmanes de ascendencia Argelina. Se ha llevado el laicismo hasta niveles poco prácticos para una sociedad como la francesa.

Además tampoco hemos hecho un ejercicio por entender una cultura diferente, y esto genera desconocimiento y miedo, porque vemos nuestros valores son puestos en duda y amenazados por algo que desconocemos, que incluso hace que pongamos en contradicción nuestras leyes. Creamos guettos donde concentramos a los musulmanes, y a todo aquel que no sea “un ciudadano ejemplar” facilitando la extensión de las teorías más integristas del islam (porque al igual que en el cristianismo, hay diferentes corrientes), además a esto hay que añadir las condiciones socioeconómicas que agrandan el problema.

No puede valer aquello de "Si vienen que se integren " o " Si yo voy a su país, me tocaría ponerme velo". No, esto no puede ser, debemos favorecer una sociedad donde puedan desarrollar su cultura de forma compatible con la tradición judeocristiana que maraca nuestra forma de vida, entendiendo que la interacción entre culturas sirve para enriquecer, no para destruir. Lo que no puede ser es que haya 3 generaciones de musulmanes en Europa y no se sientan como europeos.

Debemos luchar por entender lo que es diferente para evitar que triunfen discursos que utilizan el miedo, y que tanto daño hicieron en el pasado.




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