domingo, 7 de agosto de 2016

"La Ley de Herodes" "La Dictadura Perfecta" y "La Cortina de Humo"

No suelo hablar mucho de cine, soy aficionado a muchos tipos de películas (que desde luego no son las de terror, ni las comedias americanas al estilo American Pie, aunque a esta saga si la salvo), de hecho hay algún género que no diré que me gusta ni aunque me tortures. Pero hoy, voy a hacer una excepción sobre 3 films que quiero recomendar.

Hace tiempo, después de escuchar su nombre en la televisión, me invadió la curiosidad y vi la película: “La Ley de Herodes” (o te chingas o te jodes XD), un crítica, en clave de comedia satírica, al entramado de poder elaborado por el PRI en México a través de un personaje que es nombrado alcalde y que, debido a la podredumbre y normalización de la corrupción, poco a poco se va convirtiendo en un verdadero tirano. Una película, sin duda, muy recomendable, incluso para la gente, que, como yo, no tenemos mucha idea de la política Mexicana.

Leyendo sobre esa película llegué a otra llamada “La dictadura perfecta”, y hablando con un amigo sobre ella me recomendó verla. Cosa que he hecho este fin de semana. Si bien, en el anterior film, había una idea en la que cada vez creo más como es la de que al final el sistema corrompe a cualquiera, en este es interesante ver el poder mediático de los medios de comunicación, que, en esta trama consiguen llevar a lo más alto a un político cuyos escándalos habían desahuciado.

Esta última película me recordó mucho a un largometraje norteamericano que me obligaron a ver con 15 años en el instituto, se llamaba “La cortina de humo”, protagonizada por Dustin Huffman y Robert de Niro  (¡Ahí es nada!), donde inventaban una guerra para desviar la atención de un escándalo sexual del presidente de los Estados Unidos (A veces la realidad da tramas de películas por sí solas ¿verdad?).

Hay un montón de películas interesantes sobre estos dos temas que he mencionado aquí, dos ideas que hay que tener muy en cuenta, y que a mí me han hecho reflexionar mucho, incluso entrando en contradicciones. De hecho, no puedo evitar pensar que si se participa dentro de las instituciones al final todo el entramado acaba fagocitándote, pero claro, soy de los que cree que para cambiar las cosas hay que estar dentro. Pero bueno, quizás llegue alguien que me haga cambiar de opinión, de hecho hasta hace poco pensaba que los medios de comunicación no eran una opción para los movimientos más progresistas, hasta que apareció PODEMOS y supo cómo utilizarlos y captar la atención.



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