¿De verdad puede haber algo más
ridículo que el espectáculo que se está viviendo en torno a Venezuela? Parece
que no hay nada más en el mundo. Ya ha salido más veces en televisión española que Teruel o Soria. No sabía que todavía teníamos colonias en Ultramar.
Albert Rivera, representante de
la cuarta fuerza en las últimas elecciones, en un fervor de preocupación por
los derechos humanos ha acudido a Venezuela, no a Arabia Saudí o Marruecos, a
reunirse con la oposición, y los medios han tratado la noticia como si no
hubiera nada más. Joder, la gente muriéndose a las puertas de Europa, Francia
pendiente de un 15M y nosotros mirando al otro lado del atlántico.
Diría muy poco de aquella persona
que no fuera capaz de ver la intención del “naranjito” y los medios de
comunicación. Demasiado descarado un viaje así, y ese autobombo, a las puertas
de unas elecciones generales.
¿De verdad no vemos la
manipulación que estamos sufriendo? No digo que los venezolanos lo estén
pasando mal, pero ese teatro que hay montado, esas lágrimas de Albert Rivera
por los pobres venezolanos (a los desahuciados y pobres españoles que les den)…
Eso es teatro, y malo. No me fío de los políticos que lloran (tampoco me creí
las lágrimas de Iglesias abrazando a Julio Anguita, ¡ni que fuera yo! XD), de
hecho todavía me acuerdo de la ministra italiana que lloraba mientras aprobaba
un decreto recortando todo lo recortable.
Creo que es demasiado absurdo los
métodos que se están utilizando para atacar a PODEMOS, y demasiado ineficaces
también. Pero, para mí, lo más vergonzoso es la confabulación de los medios en
este show. Ya sé que no son independientes, y que los periodistas tampoco,
quien paga manda. Pero, ¿Este trato a noticias sobre Venezuela cuando la muerte
y la miseria llaman a las puertas de Europa? Por favor, es insultante.
Si de verdad quieren tratar los
derechos humanos, no hace falta que cojan un avión, con ir a un desahucio
tienen bastante.
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