jueves, 31 de diciembre de 2015

El año del cambio y lo que de verdad importa

La verdad es que el año 2015 empezó como suelen empezar la mayoría, con un fiestón con mis amigos. Algunos dirán “pues que cutre, no es nada especial”, y ciertamente tienen razón, pero el hecho de poder reunirnos todos, aunque sea 4 veces al año, hace que estos momentos sean de lo más imprescindibles para nosotros. Al fín y al cabo hemos crecido juntos, y aunque la mayoría vivamos cerca unos de otros la vida personal de cada una hace que sea difícil que nos podamos ver todos de forma regular.

Recuerdo que desperté el día 1 sobresaltado, sin saber que hora era (tampoco una novedad), escuchaba el ruido de platos y tenedores en mi casa, ni se habían molestado en despertarme para comer, la verdad es que lo agradecí. No tenía mucho hambre así que después de desperezarme encendí el ordenador y abrí twitter donde la tendencia principal era el hastag #felizañodelcambio.”

El cambio… creo que ha sido uno de los conceptos que más he escuchado este año, de hecho es probable que sin yo quererlo me lo haya aplicado. Referido al plano político es obvio que este no ha sido el año… que la sociedad ya venía progresivamente evolucionando desde hace un tiempo, pero este ha sido el año de la plasmación en los resultados electorales. La victoria en muchas ciudades de candidaturas municipalistas de confluencia, así como los resultados electorales de movimientos de izquierdas en las elecciones generales, ha abierto un escenario de ilusión y de políticas alternativas que hace que se pueda afrontar el futuro con incertidumbre pero con una cierta esperanza (aunque no descarto que seamos capaces de destruir lo construido, de hecho sigo diciendo que es imposible que no hagamos y caigamos en las trampas que nos ponen).

También en mi municipio, Tordesillas, en cierto modo surgió algo diferente que en cierto modo recompuso el espacio electoral de lo que en su momento fue izquierda unida, y francamente se echaba en falta escuchar voces diferentes. Estoy hablando de “Tordesillas Toma La Palabra”. No obstante, como tordesillano, si me siento algo decepcionado por las prioridades a la hora de votar de un municipio que ronda el 30% de paro. El espectacular resultado del PP y Cs, y la caída del PSOE en las elecciones generales, así como la victoria aplastante de un alcalde que había hecho todo lo contrario a lo prometido, es claro síntoma de que el debate sobre el Toro de la Vega manda manda en este pueblo que tantas oportunidades ha tenido y ha dejado pasar. Esto se confirma cuando hablas con la gente por la calle o en las tertulias de bar. No voy a recriminar nada a nadie, ¡Solo faltaba! No soy quien para ello, de hecho, en el fondo entiendo a esa gente que teniendo sus propias ideas en la cabeza vota movida por el asedio y el insulto constante hacia todo un municipio. No lo comparto pero son conductas entendibles.

Guste o no nadie puede decir que estos cambios están vinculados a PODEMOS (también por el 15M, las mareas, la lucha antideshaucios, los preferentistas… no se puede dudar de la infuencia de eso, pero PODEMOS ha sido, sencillamente, la cristalización de todo). Pablo Iglesias y compañía han sabido analizar los errores que la izquierda ha tenido en el pasado y los problemas de los ciudadanos creando una alternativa que ha sacudido la política española, esperemos que para bien. Los nostálgicos deberían tomar nota (o deberíamos, que yo a veces estoy entre ellos) para señalar que no se puede ganar aplicando las mismas técnicas con las que se ha fracasado una y otra vez. Personalmente, en el nuevo año que surge, espero que PODEMOS aprenda de los errores, que los ha tenido, y que busque ser más fuerte intentando aglutinar los máximos movimientos para conseguir convertirse en la alternativa que muchos esperamos, aunque para eso desde otros movimientos de cambio se deba entender que PODEMOS ha conseguido lo que siempre habíamos deseado todos, de hecho son el agente fundamental y más fuerte, y aunque nos gustara, el tratamiento no siempre puede ser de igual a igual.


Pero lo importante en este año no ha sido, por lo menos para mí, la agitación del panorama político. Para mí lo importante es, y siempre será, la gente con la que disfruto de los días. Hablo de los amigos con los que empecé el año 2015 y con los que voy a empezar el 2016, y con los que reconozco que este año no he estado tanto tiempo como otros. También me refiero a todas esas personas que conocí en mis años de Universidad y que a día de hoy, y peleas y discusiones aparte, sigo reuniéndome con ellos aunque sea menos veces de las que esperábamos. A todos los que por aceptar la locura de ver desde dentro procesos electorales, he conocido y me han caído tan bien como para querer seguir conociéndoles, incluso en algunos casos para entablar amistad. A otros que, fruto de circunstancias, raras muchas veces, aunque agradables no obstante, he podido acercarme. Y por supuesto a los familiares que tienen la desgracia de aguantarme. A todas estas personas les deseo “FELIZ AÑO NUEVO”

miércoles, 16 de diciembre de 2015

PODEMOS por aquí, PODEMOS por allá

Hoy, al tomar un café por la mañana,entré a un bar, agarré el Norte de Castilla y me puse a leerlo. Justo a mi lado había un grupo de unas 5 personas, conformado por jubilados y trabajadores, que hablaban con el camarero sobre PODEMOS y que si hoy venía a Valladolid Pablo Iglesias. Había alguno que hablaba de forma muy insultante hacia “Coleta Morada” y argumentando que todos eran iguales (lo que en la actualidad es como decir voy a votar al PP y al PSOE pero no me atrevo a decirlo). Como el espectáculo no me estaba gustando me bebí el café y me fui, pero justo cuando salía por la puerta escuché a otro miembro del grupo decir “por lo menos le echan huevos” (no sé cómo continuaría la conversación, pero seguro que el de “todos son iguales” se nervó aún más).

A la hora de comer quedé con un par de amigos, de esos que hice en la universidad y con los que empecé a ir a manifestaciones, a algún mitin (de IU) y que juntos nos ilusionamos en las Europeas con el éxito de “Pablemos”. Yo sabía que, hoy, la conversación con ellos iba a girar en torno al partido morado y a intentar convencerme de votarlo. Utilizaban argumentos que compartía, pero fundamentalmente era el del voto útil, señalando que a ellos también les gusta más el ideario de Unidad Popular pero que hay que ser prácticos, y que yo antes lo era, me recordaban un poco a los chicos del maíz: “di que sí que tú eres el más auténtico/pero ser residual ya no tiene mérito (…) que mientras acusas a todos de izquierda falsa/hoy han desahuciado a tu vecino”. La verdad es que la conversación tuvo tintes divertidos, además yo ya me había quitado la presión de saber a quién voy a votar, como dije va a ser a UP, y sin negarles la razón a mis dos compañeros de fatigas (porque creo que también la tienen) argumenté lo mismo que dije ayer en este blog pero esta vez acompañado de un broche: “porque me da la gana” (la verdad es que con esa afirmación poco más podían hacer).

Por la tarde, y aprovechando que estaba cerca, fui al auditorio Miguel Delibes: “joder, ya que viene Pablo Iglesias me voy a acercar a verlo” –pensé. Después de aparcar (y tardé un rato) entré al auditorio teniendo que quedarme en el hall con mucha gente que no había podido entrar porque el aforo estaba completo. Allí a través de unos televisores seguí la presentación de Pablo Fernández mientras estaba atento a las personas que tenía alrededor, algunos conocidos de vista no precisamente por ser de PODEMOS, estaba claro que no era el único allí que no iba a votarlos. Pero al igual que yo, allí estaban, compartiendo estancia con votantes de ese partido como comparten espacio en las manifestaciones, eso sí, parece ser, que siendo imposible ir juntos a las elecciones.

No tardé mucho en irme de allí, estaba cansado después de todo el día fuera de casa y acababa de caer en el micrófono, con su paracaídas, Juanma del Olmo (el cabeza de lista por Valladolid). Me hizo gracia, empezó a recitar los barrios de Valladolid y diversos municipios de la provincia como para reafirmarse (Eso es algo que Paco de la Rosa, el candidato de Unidad Popular, no tendrá que hacer, él es de la provincia y no tiene que demostrar nada al respecto).


Como además de cansado no me gustan los paracas, cogí el coche y me volví para Tordesillas. Durante el trayecto estuve pensando sobre PODEMOS. Ha sabido jugar bien sus bazas, le ha colado un gol a un sistema que en la génesis de dicho partido tuvo miedo de una IU en las encuestas y tiró de Pablo Iglesias y compañía,para rebajar las expectativas de voto de la izquierda, pero que se les fue de las manos. El problema que tiene PODEMOS, creo yo, es que han utilizado mucho la prepotencia, han tenido la misma actitud hacia IU que tuvo esta hacia ellos y han tenido miedo de una verdadera confluencia lo que nos va a hacer mucho daño a toda la izquierda. No obstante, desde mi humilde posición de persona que va a votar a UP, confío en que saquen un gran resultado porque será positivo para intentar conseguir una verdadera unidad espero que no tardando.

lunes, 14 de diciembre de 2015

¿Por qué Unidad Popular?

Tengo mi voto decidido desde antes de que empezara la campaña, votaré a Unidad Popular, pero seguro que, el 20D, durante unos segundos, no voy a poder evitar coger también la papeleta de PODEMOS y tener la tentación de meterla en la urna, pero al final meteré la de UP, y es que he decidido dejar de comerme la cabeza.

Algunos me han hablado de voto útil para intentar convencerme de votar a PODEMOS, poco eficaz ese discurso conmigo y con cualquiera que hayamos estado votando a IU en elecciones pasadas. Otros, o los mismos, me han recordado mis posiciones hace un año. Es cierto, hace un año no hubiera dudado en votar a “Coleta Morada” y los suyos, el lenguaje y formas de aquellas personas que había visto tantas veces en “La Tuerka” me fascinaba y me ilusionaba, fue como si supieran que fallaba en la izquierda que evitaba que se convirtiera en alternativa: lenguaje, nuevos mecanismos de participación, utilización de los medios de comunicación, evitar temas algo difíciles de explicar... pero sobre todo las emociones, guste o no las emociones son importantes, quizás peligrosas porque las emociones te hacen manipulable pero son innatas y hay que contar con ellas. Algunos me han dicho que he cambiado desde hace un año, sería negar una evidencia decir que no, para bien o para mal (el balance creo que es para bien) he vivido experiencias que me han hecho pensar, a veces más de la cuenta.

Si he decidido votar a Unidad Popular no ha sido porque sea el único partido que proponga un proceso constituyente o porque tengan al mejor candidato a la presidencia posible, que es Alberto Garzón, tampoco porque PODEMOS haya moderado sus propuestas o engañado con mecanismos de democracia bastante insultantes. SI voy a votar a UP es porque desde el principio he participado en su conformación en Valladolid y, sobre todo, porque ha hecho más por la unidad de la izquierda que PODEMOS, así que de la misma forma que en las Europeas no me gustó la actitud de IU, pues ahora no me gusta la actitud del partido de los círculos.

Así que, a nada de las elecciones aquí estoy, sabiendo que la izquierda va a obtener unos resultados históricos, pero entendiendo que si hubiéramos ido todos juntos mejor nos iba a ir. Me quedaré para no desanimarme con lo bueno de este ciclo electoral y rezaré (aunque no sea creyente) para que los ataques entre candidatos de UP y PODEMOS no supongan una losa mayor para una posible verdadera unidad de la izquierda. Porque no nos separa tanto, a ver si sabemos estar a la altura de los tiempos que corren.


jueves, 10 de diciembre de 2015

Expectativas electorales

Es la primera vez que vivo unas elecciones participando desde dentro, y también es la primera vez que llego a ellas desilusionado. ¿Coincidencia?  Sin duda sí, más dentro lo viví en las municipales y estaba mucho más ilusionado. Pero poco a poco voy ilusionándome, o por lo menos autoengañándome… Soy de esas personas que escuchan a un buen orador en un mitin con cuatro consignas de izquierdas y le llega a la patata (a veces soy un desfasado XD).

Aun así el problema de mi desilusión viene de las municipales, de unas expectativas muy altas fruto de los resultados de las fuerzas del cambio así como de la esperanza de una gran unión de estas, dicho sea de paso la historia indica que esa esperanza jamás se cumplirá (una de las cosas que caracteriza a la izquierda es nuestra capacidad para estar cada uno en una esquina). El hecho de que PODEMOS pusiera unas condiciones para una confluencia algo alejadas de la llamada “nueva política”,y el rechazo a estas de partidos que ahora abrazan  las nuevas formas pero que hasta hace cuatro días ni se las plantearon, minaron mis expectativas. Tengo que decir al respecto que creo que es un error pensar que mecanismos como las primarias se tengan que convertir en un fín, a veces serán útiles y otras veces no, hay que ser prácticos.


Lo cierto es que, al final, la izquierda se presenta dividida a nivel estatal (independientemente de ilusionantes confluencias en determinados territorios y de movimientos de izquierda nacionalista) en dos grandes bloques: PODEMOS y Unidad Popular-IU, y confío en que entre los dos saquen una mayoría progresista en el parlamento, otra cosa es lo que pueda ocurrir, porque como bien dice Julio Anguita, es probable que el día 20 de Diciembre lloremos.

Algunos apuntes sobre aconfesionalidad

Hace poco se presentó, por parte de Tordesillas Toma La Palabra (asamblea de la que formo parte), una moción  con la que garantizar la aconfesionalidad de administración local y sus representantes en la función de representación al ciudadano. Algo que era de justicia y de coherencia con nuestras convicciones y con nuestros compromisos hacia los vecinos y vecinas.

Independientemente de lo que ponga en la Constitución al respecto, que lo pone en, su artículo 16 donde se señala que ““Se garantiza la libertad religiosa y de culto. [...] Ninguna confesión tendrá carácter estatal”. Lo cierto es que es de sentido común que vivamos en una sociedad donde las instituciones públicas sean espacios en los que no haya simbología religiosa o ideológica más allá de la que practique cada concejal o empleado público en su vida privada.

Hay que tener en cuenta, por otra parte, que nuestro devenir histórico ha hecho que durante siglos hayamos estado ligados, como sociedad, a la iglesia católica. Sin duda a veces para lo bueno pues hubo una etapa en la que fue sinónimo de transmisión de valores éticos y de enriquecimiento cultural, pero otras también para lo malo. No obstante esto ha influido, e influye, enormemente en nuestras vidas. Y por mucho que queramos no vamos a dejar de tener una tradición judeocristiana, y no tiene por qué molestar a nadie ese hecho.

Desde Tordesillas Toma La Palabra hemos pretendido, teniendo en cuenta la realidad, una mayor separación entre institución pública y religión, porque a día de hoy (y ahí está el concordato con la iglesia católica) no es completa. Tampoco lo es en nuestro municipio pues, reconocido tanto por el señor alcalde como por el portavoz del PP, son invitados (lógicamente por su calidad de concejales) a las misas y  a las cuales acuden en representación del poder municipal.

Si la corporación municipal acude en calidad de representantes públicos están vinculando a todos los tordesillanos y tordesillanas con una creencia, y nosotros no podemos estar de acuerdo, cada uno en su vida privada que haga lo que quiera, pero en Tordesillas no tenemos por qué estar todos vinculados a una misma religión, o estando vinculados a ella creer que no está bien que se nos intente vincular. Se trata de garantizar que las instituciones públicas nos representen a todos ya seamos católicos, cristianos de base, judíos, musulmanes, ateos…


No hace falta decir, dado el sentido de párrafos anteriores, que la moción fue rechazada. Pero cabe señalar el por qué. En primer lugar el portavoz del PP acusó a Mercedes (nuestra concejal) de que esto era algo ideológico. Lógicamente es así, una ideología totalmente contraria a la que tuvo el cuándo la rechazó o cuando hizo lo propio con nuestra propuesta para que el pleno se posicionara en defensa de los servicios públicos municipales (bueno, ahí también suponemos que tendría que ver que se cuestionaba la labor del PP en instituciones supramunicipales y ya sabemos que donde hay patrón no manda marinero). En segundo y último lugar, tanto PSOE como PP, alegaron que esto iba en contra del Arte, de las Edades del Hombre o de la Semana Santa. Nada más lejos de la realidad, de hecho solo se habla de actos oficiales (para dejar que determinados actos sean oficiales con que no vaya la corporación en representación del Ayuntamiento ya es suficiente, a tenor al tema de la semana Santa), y sobre el Arte debemos estar tranquilos todos, que hay arte con simbología religiosa, pero se trata de no utilizarlo para  adoctrinar, de hecho ojalá todo el arte y patrimonio de Tordesillas estuviera a disposición de los tordesillan@s y tordesillan@s y no en manos de órdenes religiosas siendo inaccesible.