No sé si decir que me ha
sorprendido el debate que se ha levantado sobre el coste de campañas
electorales. Francamente, veo mucho “postureo” (aprovechando que las redes
sociales han puesto de moda esta palabra) en todo este tema de la repetición de
elecciones. Gente que se queja de tener que repetir elecciones, y que si el
coste de la campaña, cuando muchos de ellos han votado siempre lo mismo aunque
se les escupa en la cara. ¿Saben lo que les digo? Que si no quieren campañas
electorales una dictadura es lo suyo. En España tuvimos una, pero económicamente
también fue un desastre, un auténtico expolio al pueblo.
El dinero que se va a gastar en
la campaña electoral es irrisorio en comparación con lo que se ha malgastado
durante cuatro años, en puestos políticos innecesarios, en obras absurdas y en
pago de intereses de deuda que no sabemos muy bien de donde sale (aunque lo
intuyamos). Centremos nuestras críticas ahí, aunque no salga en los medios de comunicación, que Jorge Javier Vazquez no es tan listo como parece.
Es lamentable ver como desde los
medios de comunicación se dirige el debate hacia la disminución, cuando no
eliminación, de la próxima campaña. ¡Qué casualidad! Que los mismos que han
realizado pésimas campañas electorales en las últimas convocatorias electorales
estén tan interesados en este asunto. Lo que están proponiendo es una estafa
tan grande como la del Partido Popular pidiendo que gobernara la lista más
votada cuando veía que iba a perder la mayoría absoluta en muchos
ayuntamientos. Pero lo peor de todo es la permisividad con que la sociedad
permite, y en un gran porcentaje acepta, que esto monopolice el debate actual. ¡Somos
ovejas y la televisión nuestro pastor!.
Analicemos las últimas campañas
electorales desde las europeas. El PP y el PSOE han hecho campañas penosas, y
en cambio PODEMOS ha sido el gran beneficiario de estas. ¿Qué querrán conseguir
eliminando la campaña?
Las campañas electorales son
necesarias, permiten conocer propuestas (aunque luego las incumplan), estimulan
el voto (y ya sabemos quién gana cuando hay mayor abstención) y, en este caso,
muchos tendrán que explicar por qué han actuado así en estos meses.
Concretamente tengo ganas de ver como PSOE y Ciudadanos se tiran los trastos a
la cabeza, me van a recordar mucho a la canción de Sabina “Y sin embargo”.
Si de verdad están tan indignados
por el malgasto, voten en consecuencia el 26J y ya está. No sigan votando a los
mismos que lo han estado haciendo hasta ahora. Pero no caigan en la trampa fácil
e interesada
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