Hace unos días tuve una conversación
con un vecino de Tordesillas sobre la fuerza del conservadurismo en Castilla y
León, llegándolo a comparar con las zonas más profundas de Estados Unidos. Lo
cierto es que hay una cosa clara, el voto al PP en Castilla y León sufre menos
desgaste que en otros lugares.
Hay mucha gente de izquierdas que
esto lo achacaría a la “estupidez” del electorado, dando a entender que ellos
son mejores que los otros. La verdad es que esta actitud está muy extendida y
que, francamente, me molesta, no solo por ese carácter “elitista”, sino por esa
incapacidad autocrítica así como por el nulo análisis de la realidad,
algo que es básico a la hora de construir alternativas.
Por mi parte no pude evitar recordar
una asignatura que tuve en la carrera, “Geografía de Castilla y León”, así como
de un trabajo que hice sobre la distribución del voto en nuestra comunidad. Y, haciendo un ejercicio de memoria, creo
recordar lo siguiente (y voy a obviar lo que afortunadamente aporta León que
también habría mucho sobre lo que hablar).
·
Gran parte de los símbolos que se relacionan con
la antigua Castilla han sido tomados para la promoción del ideal “españolista”.
Es fácil, por lo tanto, que haya una identificación entre los habitantes y los
valores españoles.
·
Aunque existen diferencias provinciales, incluso
latitudinales, creo que la principal diferencia es la del mundo urbano frente
al mundo rural (o no urbano). La ciudad es siempre un espacio más propenso a
los cambios. Esto es debido a la interacción entre gente que piensa diferente,
con movimientos sociales, la mayor cercanía de la información, el acceso a la
formación reglada y no reglada o la posibilidad de contactar con personas que
poseen tus mismas inquietudes. Frente a esto tenemos un mundo rural donde el
pensamiento es más o menos homogéneo y por lo tanto se produce una afirmación
en los valores conservadores. Además en el mundo rural, hay todavía una gran
cantidad de minifundios que acentúa la idea de propiedad privada de sus
habitantes.
·
La tasa de envejecimiento de Castilla y León
también influye en esa fidelidad de voto, la gante de mayor edad es menos propensa
a los cambios. Castilla y León es una de las comunidades con mayor tasa de
envejecimiento la cual se dispara en el medio rural, ya que los jóvenes deben
emigrar ya no solo hacia las capitales de provincia sino directamente fuera de
la región.
·
En el plano electoral, donde se refleja la
mentalidad, está claro que el PP no ha tenido una oposición capaz de constituir
una alternativa. Además la mayor parte de la población muestra poco interés por
la política autonómica.
·
El gobierno regional favorece un clientelismo
con el que lograr que todo siga igual: funcionarios, subvenciones para
asociaciones, la PAC, los contratos públicos, la publicidad en los medios de
comunicación…
Se podría decir que Castilla y
León tiene una situación muy estable. Donde la mentalidad de una población mayoritariamente
envejecida hace muy difícil cambios políticos importantes. Favorecido además
por el tipo de poblamiento, donde hay multitud de municipios pequeños muy
fieles al PP y que la izquierda parece haber abandonado en su intención de
penetrar poco a poco en ellos. Personalmente creo que es imposible entender un
cambio de gobierno en la región sin avanzar en cambios a nivel municipal
(ocurre algo parecido en Andalucía con el PSOE).
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