Soy una de esas personas que se
ilusionó con el nacimiento de PODEMOS. La forma en que se conformó la
candidatura, con primarias (de verdad), y sobre todo Pablo Iglesias hicieron que
no dudara en cambiar mi voto. Un mes antes mi opción hubiera sido izquierda
unida, no porque ilusionara, sino porque no había otra opción mejor… y todo a
pesar de Willy Meyer y de “algo”, que no sé muy bien explicar pero que tiene
que ver con el discurso y las formas, que me hacía mirar a IU de reojo. En
convocatorias electorales posteriores he optado, no sé si acertadamente, no siempre
por PODEMOS, aun así siempre he confiado en sus buenos resultados.
El caso es que el llamado partido
de los círculos, que en sus inicios era el partido de Pablo Iglesias, me
resultó interesante, tanto en el discurso como en las formas, y por supuesto en
su cabeza de lista. Y es que descubrí a Pablo Iglesias uno años antes en
youtube, en un programa de la Tuerka, por entonces se debía emitir en TeleK, y
me fascinó esa forma de analizar en profundidad diversos temas, de hecho era
común que algún amigo y yo los viéramos y los comentáramos, como frikis universitarios que éramos. Me encantaba escucharlo a él y a
habituales contertulios como Juan Carlos Monedero, Tania Sanchez, Miguel Urban
o Fernando Díaz Villanueva y Rubén Herrero de Castro… Se trataba de algo
diferente a lo que se veía en Televisión.
Posteriormente saltó a los
grandes platós, y era todavía más llamativo contrastar un discurso que era poco
habitual, con el del resto de tertulianos en los debates. Su discurso y sus
formas transmitían frescura y sencillez, era algo que todo el mundo entendía y
que podía ser tomado por todo tipo de gente. Lo piensas y en una sociedad que
necesita esperanza es normal que calara tan bien.
El resultado de las europeas fue
ilusionante, como lo había sido la campaña, algo nuevo había nacido, pero había
que dotarlo de una mínima estructura para seguir caminando y todo esto en un
continuo y frenético proceso electoral. Creo que esto explica muchos de los
buscaglorias que se han colado en las filas, incluso la necesidad de prescindir,
en cierto modo, de debate interno haciendo a los círculos meros espectadores.
Pero si se quiere ser algo diferente, hay que organizarse de diferente forma al
resto, confío en que empiece a haber movimiento en el principal partido del
cambio haciendo más caso a Monedero y a lo que el propone. De los errores se
aprende y desde luego en PODEMOS han demostrado no ser tontos, han sido unos
genios del márketing (de hecho han vendido democracia interna ahí donde no la
ha habido), pero el marketing es cortina de humo si no hay contenido.
España necesita a PODEMOS, pero
para continuar siendo útiles deben reflexionar ciertos pasos que han dado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario