Hacía mucho que no me interesaba
por la Ordenación del Territorio de Castilla y León más allá del bombardeo de
noticias en los periódicos, que en este asunto más que informar desinforman
pues para nada aclaran que son eso de las Unidades Básicas de Ordenación y
Servicios del Territorio (UBOST). De hecho da la sensación de que esta nueva
división ha sido hecha en algún despacho de “gerifalte” de la Junta tirando de
regla en plan Jacobino, sin tener en cuenta identidad, personas y vinculación
de estas con el territorio.
A nuestros representantes les
gusta complicarnos la vida ¿Cómo es posible que teniendo algo, que con sus
indefiniciones, es “tangible” y reconocible por los ciudadanos como las
Comarcas se hayan inventado este tipo de fragmentación del territorio? Creo que
la respuesta es doble, por un lado pienso que desde las instituciones siempre
han pensado que cuanto más complicada sea la normativa más fácil es “colárnosla”
a los ciudadanos. Por otro lado, la Geografía, y por ende la Ordenación del
Territorio, es una ciencia social, por lo tanto subjetiva y que se da a la
utilización “ideológica”, esto se nota perfectamente en la intencionalidad de
la Ley, más preocupada por la “racionalización y la estabilidad presupuestaria”
que por los propios ciudadanos. Una vez más se gestiona desde la administración
pensando como “empresa” y no como servicio
público.
Desde mi punto de vista, esta
Ordenación Territorial, no solo no va a solucionar el caos administrativo de
todo lo que tiene que ver con la gestión local, sino que está muy lejos de
poder ser útil a las personas y a los pueblos del mundo rural, pues para nada
los ha tenido en cuenta.
Una de las cosas que más me llama
la atención es el fortalecimiento de las diputaciones. Curioso que una
administración tan señalada por los ciudadanos se vea fortalecida, pero no es
extraño si nos fijamos la defensa que determinados partidos políticos hacen de
ellas, y de los que no, empiezo a pensar seriamente que muchos lo dicen con la
boca pequeña. De hecho, al absorber funciones de municipios “no urbanos” (no
necesariamente rurales), algo facilitado desde la administración general por la
“ley Montoro”, estaremos ante una aumento en la “opacidad” de la gestión y una
alfombra roja a la iniciativa privada y la externalización de servicios.
Para terminar me llama la atención que
parece, y puede que sea así, que la Junta quiere gestionar el territorio tal y
como está, es decir, no prevé solucionar el problemas a corto plazo, de ahí que
solo se centre en una reordenación de servicios y no en poner en alza el valor
de nuestro territorio desde el punto de vista, cultural, natural social o patrimonial,
algo con lo que crear dinamismo y riqueza, incluso identidad, más allá del
mundo urbano Es decir, con esta Ordenación Territorial se quiere gestionar la
despoblación, no combatirla. Algo, que creo que es muy sintomático de lo cómo,
desde las administraciones se creen sus eslóganes.
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