Durante años hemos vivido en un
gran festín, donde gran parte de los gobernantes se reunían con los dueños de
las grandes fortunas y se repartían contratos e influencias, todo era poco y
cada vez se necesitaba sacrificar más poder público para generar riqueza, ese
era el objetivo, la riqueza, sustituyeron el bienestar ciudadano por la
generación de la riqueza, y por lo tanto, la venta de poder del estado frente
al mercado.
Todas estas acciones son las que
han generado nuestra particular crisis española, no hablo solo de 3 años, en
política los tiempos son más largos y lo que siembras hoy tiene su repercusión
en el futuro, como bien vaticinaba Julio Anguita cuando era Coordinador General
de Izquierda Unida.
En este festín ha habido dinero
público que se ha movido ilegalmente de las arcas a los bolsillos de algunos e
incluso dinero que se ha movido legalmente pero ilegítimamente, como son los
sobresueldos de los altos cargos de las comunidades o del estado. A esto hay
que añadir las tropelías bancarias, los engaños con los que han utilizado el
dinero de las personas y junto con las promotoras inmobiliarias desarrollar un
modelo insostenible tanto ambiental como económicamente.
Pero lo que en lugares como
Islandia valdría para poner a los delincuentes delante de un jurado, aquí no,
los ladrones de guante blanco siguen paseándose delante de todos y siguen
siendo aplaudidos por la masa borreguil, aquella a la que han convencido de que
la situación actual iba a llegar de cualquier forma y de que no se pueden hacer
más cosas que las políticas de recortes.
Mientras tanto la riqueza sigue
siendo amasada por los mismos, que controlan los medios de comunicación y de
producción, manejan así tu opinión y tus necesidades, porque te obligan a
prostituirte por un trabajo con el que conseguir un mendrugo de pan que
llevarte a la boca, y si por lo que fuera el trabajo no fuera capaz de generar
la misma riqueza, entonces la opción es
el despido, cualquier excusa vale con tal de que el gran empresario mantenga su
gran nivel de vida lleno de caprichos.
Pero afortunadamente hay
políticos, y ex políticos, que no se
rinden, que combatieron antes de la crisis y siguen combatiendo ahora las
injusticias, son una minoría, o por lo menos nosotros, el resto de ciudadanos,
no les hemos dado un respaldo mayor. Hablo de Cayo Lara, de Julio Anguita, de
Antonio Romero, de Juan Manuel Sánchez Gordillo… Este último ha saltado de
nuevo a la arena mediática debido a una acción algo inusual en un dirigente,
siempre tan acomodados en sus sillones que son incapaces de mirar un poco a sus
votantes, ha entrado con un grupo de sindicalistas dentro de un supermercado
para coger sin pagar y llevar comida a
los más necesitados. No hace falta decir que esto ha molestado a aquellos que
defienden que este sistema es la pera, como dice Luis Pastor en su poema “que
fue de los cantautores”. Políticos del PP, PSOE, UPYD… así como medios de
comunicación no han dudado en condenar esta acción de forma unánime, uno piensa
para una vez que todos se ponen de acuerdo es para criticar la sustracción de
una cantidad de comida ínfima para los pobres, mientras se pelean por saber qué
partido ha robado más o cual tiene más tramas de corrupción.
No nos engañemos, la persecución
mediática a Gordillo es una nueva estrategia de los poderosos para controlar a
la gente, que los parias, los olvidados, empiecen a rebelarse y asaltar el
sistema no sería bueno para sus intereses.
"justicia y que el día de mañana sea mejor que el de hoy"... qué bonitas palabras en alguien a quien le gusta tanto torturar animales. Así empiezan los grandes psicópatas, matando animales.
ResponderEliminarAnda chaval, a otro perro con ese hueso.
No se donde has leído que me gusta torturar animales, porque es algo que no he mencionado ni aquí ni en el twitter, pero tampoco he mencionado estar a favor del fundamentalismo antitaurino.
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