lunes, 31 de julio de 2017

La Mentalidad como problema para luchar contra la despoblación

A lo largo del mes de Julio he tenido muchas conversaciones con amigos y conocidos (con los primeros, a veces, con cervezas de por medio con las teorías y absurdeces divertidas que ello supone) sobre el tema de la despoblación. La mayor parte pensábamos que esto no era más que una moda pasajera y cuando ya se entraba a hablar sobre las medidas a tomar también el grueso coincidía en que no se iba a solucionar el problema. Y yo siempre he achacado esta falta de confianza por mi parte a la falta de intencionalidad de los que mandan, es decir, que no van a querer cambiar grandes cosas y por lo tanto va a fracasar por ausencia de radicalidad (de ir a la raíz de los problemas), pero me di cuenta que el problema es más profundo, es un problema de ideología y de mentalidad de la población, que se refleja, lógicamente, en las instituciones (y a la vez ambas se retroalimentan). Quizás es que a veces tendemos a analizar los problemas con meros criterios técnicos  y perdemos la esencia de las cosas.

¿Qué quiero decir? En primer lugar, que tenemos un problema con el término “despoblación”, no sé si es intencionado o no, pero achacamos este término a dos problemas que tienen diferente génesis. Recuerdo en este sentido a la portavoz de Valladolid Si SE Puede hablando en un pleno de la capital pucelana sobre cómo se despoblaba la ciudad de Valladolid, en sentido estricto tiene razón, pero puede confundir la ciudadanía utilizar este término para referirnos a un proceso urbano y a lo que ocurre en el medio rural. Me explico: A lo largo del siglo XX las ciudades han crecido y han rebasado sus límites municipales incrementándose la población y urbanización del alfoz, pero entre municipios del alfoz y ciudad se han mantenido las mismas dinámicas que ocurrían dentro de la ciudad. Esta población era, en su mayoría, población que venía del medio rural, por lo tanto, ya el medio rural estaba sufriendo pérdida de población, y sobre todo, pérdida de población joven y femenina. Actualmente, con la crisis económica hay municipios del alfoz (periurbano) que han empezado a perder población, pero es debido a un problema coyuntural de la economía española, no quiero decir que no haya que estar atento, pero utilizar el mismo término para describir un problema que ha empezado hace unos años con algo que lleva más de medio siglo, y que genera otros problemas más preocupantes como son el sobreenvejecimiento y la desfeminización, puede dar lugar a confusión

En segundo lugar, y creo que más importante, es la mentalidad de la gente. Es decir, vivimos en una sociedad consumista y urbana, lo cual hace que inevitablemente empecemos a pensar soluciones con los mismos parámetros de la ciudad: de ahí el turismo activo o el turismo rural que van más encaminados a seguir manteniendo el estatus de sitio de recreo de urbanitas que de solucionar problemas. Pero también de ahí el asía de los pueblos por crecer demográficamente (algo a lo que contribuye la forma en que las administraciones “sueltan la pasta”), que es algo que tenemos interiorizado por aquello que nos venden de que crecer económicamente es bueno cuando la realidad es que llega un punto óptimo en el que una vez cubiertas las necesidades básicas ya no tiene tanto sentido ese crecimiento. Pues algo parecido debería pasar con los pueblos. El problema no es la falta de habitantes, el problema es la falta de juventud, mediana edad y mujeres, por lo tanto las políticas deben ir orientadas a esos sectores, y el discurso igual. Esto inevitablemente traerá consigo el crecimiento de áreas del medio rural, pero llegará un punto en que sea óptimo y no habrá necesidad de mayor crecimiento de población. Ahora bien, por mucho que demos las facilidades y se dote de servicios, ¿Cuánta gente de forma voluntaria está dispuesta a salir de la ciudad donde tiene todos los servicios para el ocio a un pueblo, que aunque tenga las necesidades básicas cubiertas la vida es menos consumista? Creo que no la suficiente para generar un movimiento de retorno a gran escala. De hecho recuerdo una tertulia dónde estaba Sergio del Molino (Periodista estrella por hacer una fotografía del medio rural muy acertada y con grandes titulares) y este señaló que él no estaba dispuesto a salir de la ciudad (por cierto, en la mesa había otros expertos que hablaban también desde sus sitios de confort en el mundo urbano). Es decir, podemos teorizar y dotar de todos los servicios posibles pero la mentalidad de la sociedad impedirá lograr objetivos.

En este sentido me gustaría contar un chiste que me cuenta un conocido en diferentes ocasiones:
-Jaimito: Papá hoy hemos ayudado entre 5 a una señora a cruzar la calle
-Padre: Muy bien Jaimito ¿pero por qué entre tantos?
-Jaimito: Porque no quería cruzar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario