Yo, que no siendo cristiano me he
interesado por algunas historias sobre las que se ha cimentado el cristianismo
en general y el catolicismo en particular, siempre me he preguntado cómo hay
católicos capaces de defender posturas de injusticia social mientras defienden
a una corrupta iglesia y votan gobiernos que representan los intereses de las
élites. Supongo que es porque el ser humano es fascinante, prefiero pensar eso
porque de no ser así llegaría a la conclusión de que somos borregos.
Cristo era un revolucionario, una
persona que se levantó contra la injusticia y buscaba un futuro mejor para la
sociedad. Esa es la idea sobre la que
debería fundamentarse la religión católica. Pero esa idea no sirve, porque
choca directamente con los intereses económicos, aunque como todo en este mundo
es susceptible de ser mercantilizado. Si Cristo levantara ahora la cabeza sería
crucificado por aquellos que dicen difundir su palabra.
No creo en Mesías pero sí creo en
ideas, y he de decir que el hijo de dios las tenía, y muy buenas. En el mundo
actual hay la suficiente injusticia como para tomar ejemplos como este, pero
para rebelarnos juntos, sin esperar a un Mesías, porque es posible que este no
sea más que la unión de toda la ciudadanía para solucionar nuestros problemas.
Aun así, si hoy, en un país como España naciera Jesús probablemente sería hijo
de un obrero de una empresa de carpintería que trabajaba poniendo ventanas en
edificios de nueva construcción, pero que con el estallido de la crisis inmobiliaria
habría perdido el trabajo con el que sustentar a su familia compuesta por una
ama de casa mal atendida y un hijo que vino de penalti y que, aunque quiere,
siempre sospechó que podía no ser suyo. Este hijo desde pequeño fue a
colegios públicos de barrios marginales, vio como sus padres se esforzaban
para sacarlo adelante y se hipotecaron comprandose un piso cuando tuvieron los
ahorros suficientes para poder dar una señal, viviendo antes de alquiler en un pequeño domicilio de una calle llamada Belén. Pues
bien, este joven pudo ir a la Universidad gracias a su esfuerzo y a las ayudas
económicas del estado y a lo mejor participó en movimientos
estudiantiles, en manifestaciones del no a la Guerra, contra la injusticia del
Prestige… Se involucró en el 15M, y fruto de ahí, las circunstancias de tener
que ayudar a sus padres que iban a ser desahuciados le empujaron a participar
en la PAH y a ser un miembro destacado de ella, convirtiéndose en activista
cuando no está trabajando gracias a una beca. Esta situación le ha generado problemas pero no le ha impidido continuar porque sabe que es posible que exista otra realidad.
El problema es que se encuentra de frente con los gobernantes, los cuales, es
curioso, suelen ir a Misa los domingos y celebrar por todo lo alto la Navidad,
donde se conmemora el nacimiento de una persona, que vaya casualidad, en su
momento crucificaron por buscar un mundo mejor.
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