Durante los últimos días ha vuelto
a la primera plana una vieja polémica que cada vez se hace más visible, se
trata de las marcadas líneas editoriales de los medios de comunicación cuando
no directamente mentiras y
manipulaciones.
Personalmente pienso que entre la
deseada “libertad de prensa” y el la famosa frase de Rafael Correa “Desde que se inventó la imprenta, la
libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”, hay muchos
matices, pero lo que está claro es que, el llamado 4º poder, tiene “miembros”
que en vez de hacer periodismo hacen basura.
Los ciudadanos, como otras muchas
patas sobre las que se sustenta la realidad en que vivimos, hemos puesto en cuestión
también a la prensa. Sé que muchas personas de la generación de mis padres dirán que no hemos
descubierto nada, acordándose de cosas como la famosa “pinza” de Anguita, pero
lo cierto es que jamás en la historia de la democracia el descrédito había sido
tan grande.
Tiene mérito por parte de los periodistas,
al fin y al cabo ellos son grandes creadores de opinión. Lo que pasa que en una
sociedad más politizada que hace diez años, determinados descaros se pagan, y
desgraciadamente se hace de forma muy genérica. Me estoy refiriendo a ex
diputados dirigiendo medios de comunicación, fotos de falsos presidentes
entubados, supuestos casos de corrupción o financiación que luego no llegan a
ningún lado, confundir insultos con información, mucho egocentrismo, vender
como intelectuales a gente que cada vez que abre la boca demuestra lo contrario….
Quizás otro día, y si me apetece,
podría hablar de quien está detrás de los medios de comunicación, y donde tiene
intereses, que es lo que justifica estos comportamientos. Aun así no es ningún
secreto que los periódicos, televisiones o radios no se financian del aire…
pero ese es otro tema.